El Juzgado de lo Social nº1 de Melilla celebró esta semana el juicio por la demanda en la que H.L., supuesta empleada del hogar, reclamaba a T.G.A. el impago de la nómina de varios meses, cuya cantidad asciende en torno a unos 1.500 euros, así como una indemnización por despido improcedente. Sin embargo, la supuesta empleadora, T.G.A., niega que haya establecido ninguna relación laboral, aunque sí reconoce una relación de amistad entre ambas.
Una mujer H.L. demandó a otra por el impago de nóminas y despido improcedente, tras trabajar supuestamente como empleada del hogar durante varios meses para T.G.A. Sin embargo, esta última niega que haya existido ningún tipo de relación laboral. De esta manera, la defensa asegura que T.G.A. «vive sola con su hija y está desempleada», por lo que «no necesita ninguna empleada del hogar». Así, sí que reconoce que ambas mantenían una relación de amistad y achaca la denuncia a «razones ajenas» y a la «actitud revanchista» de H.L., y es que según se hizo de manifiesto en la intervención de la hija de la T.G.A., que declaró como testigo, la supuesta empleada del hogar habría denunciado en más de una ocasión a T.G.A. «por no darle dinero». Por su parte, la acusación mantiene que son varios los meses los que mantiene adeudados T.G.A con la demandante y que si bien ahora vivía sola, no era así cuando se desarrolló la relación laboral. Por ello el certificado de T.G.A. como desempleada «no acredita nada». Asimismo, el letrado de la demandante también se apoya en las declaraciones de un vecino de la zona, que vivía en la calle paralela a donde se encontraba el domicilio de T.G.A. Al respecto, el vecino aseguró haberla visto durante los dos meses en los que vivió en aquella zona, limpiar en las afueras del domicilio, e incluso de H.L. comentarle que estaba trabajando en el domicilio cuidando a la hija de T.G.A., la supuesta empleadora de la que dice ser auxiliar de hogar. Sin embargo, a preguntas de la defensa al testigo, éste último reconoció haber tenido una relación con la presunta empleada. Aún así, la acusación sostiene que en Melilla existen «relaciones laborales que se establecen de forma verbal», y niega las «coacciones» que denuncia la hija de T.G.A. El juicio finalmente ha quedado visto para sentencia.
