El Ministerio Público pide una pena de un año y medio de prisión y multa de 3.240 euros para un joven que intentó cruzar la frontera a Marruecos usando un ciclomotor al que habían manipulado el número de bastidor. Según el procesado, no tenía ni idea porque el vehículo se lo había prestado una tercera persona para venir a Melilla a comprar un tubo de escape. La Guardia Civil afirma que no parecía nervioso, pero que días atrás cruzó la frontera con otro ciclomotor y los mismos papeles falsificados. Un joven se enfrenta a 18 meses de prisión por ser el presunto autor de un delito de falsificación de documentos públicos. El procesado supuestamente intentó pasar de Melilla a Marruecos el pasado 30 de mayo con un ciclomotor de matrícula marroquí que tenía manipulado el número de bastidor. Por este motivo, se le reclama también el pago de una multa de 3.240 euros.
Según expuso el encausado en el juicio, el vehículo era de otra persona. Explicó ante la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla que él no sabe cómo se manipula el número de bastidor y que el propietario del ciclomotor fue quien le entregó a él los papeles del mismo. Aseguró que él únicamente vino a Melilla para comprar un tubo de escape.
Versión de la Guardia Civil
El agente de la Guardia Civil explicó que dio el alto al muchacho cuando se disponía a cruzar la frontera de Beni Enzar con un ciclomotor “en muy mal estado”. Cuando el acusado le entregó la documentación, se percató de que no se correspondía con su vehículo, según señaló el agente. Siguió relatando que, mientras comprobaba el número de bastidor, un compañero le comentó que días atrás el acusado cruzó la frontera con otro ciclomotor usando “los mismos papeles” manipulados.
Según apuntó el guardia civil, el joven no mostraba síntomas de estar nervioso. “Como si no supiera por qué lo parábamos”, afirmó. Al retenerlo, el procesado primero dijo que era menor de edad. Luego afirmó que trabajaba en un parking en el país vecino y que su tío tenía su documentación, según señaló el agente.
Tras escuchar todas las declaraciones, el Ministerio Público elevó la petición del dictado de una sentencia condenatoria para el procesado. Asimismo, solicitó que en el caso de que fuera absuelto, los hechos fuesen considerados merecedores de una infracción administrativa.
La defensa, por su parte, alegó que no había quedado probado que el denunciante fuese consciente de que estuviera viajando con un ciclomotor al que habían manipulado el número de bastidor.
La magistrada tendrá que dictar sentencia.
