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Más carbón a la caldera

Además de la enorme necesidad que tiene esta ciudad de un hospital nuevo, también es de justicia que se le eche todo el carbón posible a la caldera para que la locomotora corra más. Es decir, que Melilla pueda recuperar parte del mucho tiempo que ha perdido con las grúas paradas con una construcción y equipación del nuevo Hospital Universitario lo más rápidas posibles La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, eligió Melilla como destino de su primera visita institucional desde que asumió el cargo. Viajó hasta aquí acompañada de varios responsables de su cartera y el INGESA, y en las pocas horas que permaneció en la ciudad, reconoció el «sufrimiento» que han tenido que atravesar los melillenses para tener un nuevo hospital por los años de judicialización en los que se ha visto inmerso este proyecto.
La ministra podría haber dicho que el hospital ha sido todo un vía crucis para esta ciudad y no se habría quedado corta, puesto que la semana que viene se cumplirán 11 años desde que le fue prometido este proyecto tan ilusionante para una Melilla necesitada de buenas infraestructuras sanitarias. Justo el 31 de enero de 2006, Zapatero anunció el inicio de esta construcción para el año siguiente, aunque al final no puso su primera piedra hasta noviembre de 2009, casi cuatro años después de haberla anunciado. Entonces dijo la ministra Trinidad Jiménez que las obras estarían terminadas en 2012. Pero cuando ya deberíamos llevar unos años disfrutando de un hospital nuevo, amplio y moderno, la realidad es que seguimos sin él porque las obras empezaron tarde y mal y encima fueron paralizadas cuando se encontraban en mitad del recorrido. Así es como hemos estado cerca de cinco años los melillenses, teniendo que sufrir un hospital viejo cada vez más deficiente, y encima asistiendo, después de todo, al lamentable espectáculo de la polémica política en torno a una obra de primera necesidad para Melilla mientras las grúas seguían paradas por imperativo judicial.
Ahora, tras haberse emitido la última sentencia sobre este asunto, la ministra de Sanidad se comprometió ayer a buscar la manera de darle la «mayor celeridad» posible. En Melilla le tomamos la palabra, porque además de la enorme necesidad que tiene esta ciudad de un hospital nuevo, también es de justicia que se le eche todo el carbón posible a la caldera para que la locomotora corra más. Es decir, que Melilla pueda recuperar parte del mucho tiempo que ha perdido con las grúas paradas con una construcción y equipación del nuevo Hospital Universitario lo más rápidas posibles. Ayer lo dijo la ministra al proponer que se pase de la preocupación a la ocupación. Eso es lo que queremos todos los melillenses para dejar atrás, de una vez por todas, este via crucis judicial y administrativo con miles de víctimas, que son los melillenses, y curiosamente ningún culpable.

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