Soy el mayor de seis hermanos entre los que se encuentra el menor de mis hermanos, Miguel Ángel(Miguelito),quien por su grave discapacidad es residente del centro Gámez Morón de Melilla, desde hace unos tres años. En estos años hemos podido visitar a mi hermano, sin ningún problema ni restricciones, llevándolo a pasear por la ciudad o sacándolo fuera del recinto los festivos y fines de semana, haciendo que su vida dentro del Centro fuese lo más amena posible pero el Coronavirus lo cambió todo.
El 19 de Octubre nos llaman trabajadores del centro Gámez Morón, dándonos una mala noticia, que un usuario se había contagiado de coronavirus, y que iban a comenzar a hacer grupos burbujas de internos para que no se contagiaran entre ellos y sin mezclas en zonas comunes y que se harían pruebas PCR a internos-residentes y trabajadores. Ese mismo día lunes 19 de Octubre el Consejero de Salud y Bienestar Social, dio una rueda de prensa para informar de las medidas contra el Covid19 en Melilla, y una periodista del Melilla Hoy, creo recordar, le preguntó si sabía que en el Gámez Morón existían contagios, contestando que si y que se harían pruebas PCR y el cribado correspondiente para evitar contagios comunitarios, video que se puede ver en la web de INMUSA
https://stream.inmusa.es/videoalacarta/2020/RP_CAM_Mohand_-_19oct20.mp4
Desde esa fecha se han multiplicado los contagios, entre los usuarios, falleciendo un residente y no sabíamos el número de contagios que había en el centro y si las medidas estaban dando resultados. Pero al parecer las medidas y los protocolos no habían dado sus resultados, porque la noticia que nos alarmó emocionalmente a mis hermanos y a mí, fue que el pasado miércoles 4 de Noviembre, nos llaman telefónicamente del Gámez Morón pidiéndonos que nos llevásemos de las instalaciones a nuestro hermano, porque corría riesgo de contagio, y aunque le hicieron la prueba PRC el lunes y no habían dado los resultados todavía, la tardanza del mismo hacía factible que mi hermano no estuviese contagiado.
Esta noticia provocó entre mis hermanos y yo, discusiones por lo confusa de la petición del centro para que nos llevemos a nuestro hermano sin saber realmente si era positivo en COVID19 y sentimientos de si ir a buscarlo o esperar, al final aguantamos por si nos llamaban para confirmarnos los resultados. Fue en el día de ayer, 5 de Noviembre cuando recibimos la mala noticia de que nuestro querido hermano ha dado positivo por el coronavirus, pero que está físicamente bien y que estarán pendientes de su evolución.
En la mañana de ayer y después de saber que mi hermano ha sido contagiado sentí impotencia y rabia en intente apaciguarla, llamando al 010, teléfono de información de la Ciudad Autónoma, donde pedí a la telefonista que me pasaran con la Consejería de Bienestar Social, hablando primero con una persona a la que me identifiqué y escuchó amablemente toda la historia y el sentimiento de rabia e impotencia que tenía en ese momento, después el mismo me pasó con el Secretario del Consejero de Bienestar Social quien igualmente me escuchó amablemente y tomó mis datos de contacto. Doy las gracias a los dos.
Después de lo acontecido he pensado en hacerlo público en los medios de comunicación, porque quiero que se conozca, que la gestión que se ha llevado desde la dirección del centro Gámez Morón, respecto de los protocolos frente al coronavirus, han sido nefastos. Ha habido una transmisión comunitaria grave, y que supuestamente cuando se contagió un interno( por supuestamente un trabajador) y el Consejero de Bienestar Social lo reconoció el 19 de Octubre, no ha habido ninguna criba como dijo en su comparecencia, para aislar a los contagiados, el seguimiento de los contagios para mí, no ha existido y las pruebas PCR, no han sido lo rápidas que se esperaban, el hacer grupos estancos ha fallado como se ha demostrado, existiendo por conocimientos propios un nivel de contagios de usuarios superior al 95% entre los que se encuentra mi querido hermano Miguelito, esto raya la incompetencia de la dirección del Gámez Morón y la falta de transparencia es inaudita y lo peor el jugar con nuestros sentimientos para que nos llevásemos a nuestro hermano para que no se contagiase cuando se le hizo la prueba sin saber si estaba o no contagiado, me deja sin palabras.
Mis hermanos y yo vamos a quejarnos formalmente, para que nos den explicaciones formales e incluso vamos a valorar emprender acciones legales contra la dirección del Centro Gámez Morón, dependiendo de la transparencia en la información que se nos dé, esperando que mi hermano Miguel, se le cuide y se le proteja como es debido contra esta enfermedad y que su evolución sea favorable, al igual que también evolucionen favorablemente el resto de internos-residentes.
