Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Puesta en valor

Emilio Manescau, un gran desconocido para muchos que, sin embargo, hizo gala de su melillismo a mediados del pasado siglo por América del Sur a través de obras monumentales como la espectacular escultura de casi 20 metros de altura en San Salvador El término cultura, que proviene del latín cultus, hace referencia al cultivo del espíritu humano y de las facultades intelectuales del hombre. Su definición ha ido mutando a lo largo de la historia. Desde la época del Iluminismo, la cultura ha sido asociada a la civilización y al progreso.

En general, la cultura es una especie de tejido social que abarca las distintas formas y expresiones de una sociedad determinada. Por lo tanto, las costumbres, las prácticas, las maneras de ser, los rituales, los tipos de vestimenta y las normas de comportamiento son aspectos incluidos en la cultura, aunque para otros la cultura es el conjunto de informaciones y habilidades que posee un individuo. Para la Unesco, la cultura permite al ser humano la capacidad de reflexión sobre sí mismo: a través de ella, el hombre discierne valores y busca nuevas significaciones.

En la actualidad la Cultura se percibe a través de múltiples manifestaciones y de una de ellas, la museística, la consejera Simi Chocrón mostraba ayer con orgullo los datos del pasado año por los que se supo que Melilla es la ciudad española con más museos y colecciones por habitante, 10,5 por cada 100.000. No está tampoco mal el incremento de visitas que han experimentado los centros museísticos en los últimos diez años. En 2004 fueron 8.033 los visitantes registrados, que han pasado en una década a los 34.346 contabilizados a lo largo de 2014. Un incremento, sin duda, significativo, aunque el término cultura es tan amplio que, en ocasiones, se presta a la presencia de lagunas que merecen una puesta en valor. Ayer anunciaba Simi Chocrón, precisamente en la sala dedicada a los artistas locales, sita en la segunda planta del Museo Casa Ibáñez, que era de justicia que la obra pictórica del reconocido artista melillense Carlos Baeza, de momento inexistente, tuviera presencia en la sala. Una obra que acaba de obtener un fuerte respaldo en la sede madrileña del prestigioso Instituto Cervantes que en sus paredes ha colgado parte del trabajo del pintor local encuadrado en su serie denominada “La ciudad de las cúpulas”. Del mismo modo, destacaba ayer la responsable cultural de la Ciudad Autónoma, parte de la obra escultórica de Emilio Manescau, un gran desconocido para muchos que, sin embargo, hizo gala de su melillismo a mediados del pasado siglo por América del Sur a través de obras monumentales como la espectacular escultura de casi 20 metros de altura en San Salvador. Casos muy claros, ambos, de merecida puesta en valor de su arte.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€