Imbroda destacaba ayer la importancia de las bonificaciones al transporte de mercancías porque la medida, además de impulsar al principal sector económico de la ciudad, que es el comercio, también beneficiará al resto de la población porque en teoría, el ahorro en costes de transporte debería repercutir en una rebaja de los precios de los productos que se comercializan en Melilla. Eso es lo deseable, pero podría no ocurrir, a no ser que la medida obligara a ello en la letra pequeña, lo cual parece improbable Los Presupuestos Generales del Estado de 2017, los primeros de la segunda legislatura de Mariano Rajoy, superaron ayer su primer trámite parlamentario al ser aprobados por los 176 votos que marcan la mayoría absoluta en el Congreso. Durante su paso por la Cámara Baja, el proyecto presupuestario ha incorporado 45 enmiendas, una de ellas muy importante para Melilla, porque permitirá bonificar en un 50% el transporte de mercancías que se muevan entre nuestra ciudad y la península, ya sea en barco o en avión. Ayer, tanto el presidente del Gobierno local, Juan José Imbroda, como el máximo responsable de la Autoridad Portuaria, Miguel Marín, destacaron la importancia de esta medida, que no se había aplicado nunca en Melilla, y que era, en palabras de la primera autoridad, una «vieja aspiración» que desde aquí se había perseguido durante años sin éxito. Ahora está más cerca, sin que todavía sea una realidad, puesto que los Presupuestos aún deben superar el trámite en el Senado y volver nuevamente al Congreso. No obstante, Melilla roza ya con los dedos esta nueva ventaja fiscal porque el PP en el Senado tiene mayoría absoluta, y en la Cámara Baja, tal y como ocurriera ayer, tiene garantizados los 176 apoyos gracias a los pactos políticos alcanzados.
Curiosamente, este avance se lo debemos a la intervención decisiva de Nueva Canarias, cuyo diputado era clave para sacar adelante las cuentas. El Gobierno ha tenido que negociar medidas de apoyo al archipiélago canario que le han obligado, a su vez, a mejorar las condiciones de los otros territorios extrapeninsulares si no quería caer en un agravio comparativo que no se hubiera entendido en una ciudad, Melilla, donde gobierna el mismo color político que en La Moncloa.
Imbroda destacaba ayer la importancia de las bonificaciones al transporte de mercancías porque la medida, además de impulsar al principal sector económico de la ciudad, que es el comercio, también beneficiará al resto de la población porque en teoría, el ahorro en costes de transporte debería repercutir en una rebaja de los precios de los productos que se comercializan en Melilla. Eso es lo deseable, pero podría no ocurrir, a no ser que la medida obligara a ello en la letra pequeña, lo cual parece improbable. Y no sería el único caso de bonificaciones que al final sólo benefician a una parte, porque ya lo vimos en Melilla con el aumento de las bonificaciones a las cuotas de la Seguridad Social, porque hay empresas que se echan al bolsillo ese ahorro sin que repercuta en las nóminas de los trabajadores, como buscaba también la medida.
Por ello, si el PP pretende que esa bonificación repercuta de verdad en toda la ciudadanía y no sólo al sector comercial, como ayer vendieron tanto Imbroda como Marín, lo que debe hacer es asegurarlo sobre el papel antes de que la medida entre en vigor para después no llevarnos sorpresas. De todos modos, aunque eso no ocurriera, la medida es importante por el despegue que podrían tener las importaciones y exportaciones en Melilla, con lo importante que eso es para su economía.
