El conflicto sirio ha marcado un antes y un después en la situación de la inmigración irregular en Melilla, ya que además de cambiar drásticamente el panorama del CETI, donde los subsaharianos no son mayoría desde finales del año pasado, también ha supuesto un crecimiento “exponencial” de las peticiones de asilo frente a las cifras prácticamente anecdóticas que se daban hasta 2013. Según informó ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, desde septiembre del año pasado se han registrado en Melilla 1.350 solicitudes de protección internacional, de las cuales más de 820 corresponden a estos dos meses y medio que llevamos de 2015. En todo 2013 hubo sólo 41 peticiones, lo que supone un incremento de casi el 3.200% en menos de dos años. El ministro explicó que todas las peticiones han sido admitidas a trámite y la inmensa mayoría corresponden a inmigrantes sirios que llegan a Europa huyendo “de la dramática situación que se está viviendo” en aquel país. Entre esas 1.350 peticiones también hay algunas de palestinos y de iraquíes, aunque la cifra de estos dos colectivos es “ínfima” respecto a la de los ciudadanos sirios, cuyo perfil favorece que “la inmensa mayoría se estén resolviendo favorablemente”.
Fuentes policiales apuntan a que la previsión es que esta tendencia siga al alza, dado que el goteo de familias sirias que llegan a la frontera es incesante y diario. Esta situación ha llevado al Gobierno español a abrir una Oficina de Protección Internacional en la frontera de Beni-Enzar que inauguró ayer el ministro del Interior en su cuarto viaje oficial a Melilla en esta legislatura. El día anterior hizo lo propio en la frontera del Tarajal, en Ceuta.
Con estas oficinas, el Gobierno pretende que todo aquel que considere que está legitimado para obtener la protección internacional pueda acceder a él “con todas las garantías del procedimiento”. Para ello, los inmigrantes recibirán en estas oficinas la asistencia de abogados e intérpretes, y serán atendidos por 25 policías especializados en materia de asilo y refugio, que serán los encargados de hacer todos los trámites tras recibir formación de organismos internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Agencia Europea de Apoyo al Asilo (EASO).
Según Fernández Díaz, la apertura de estas oficinas es “un paso muy importante en la garantía y protección de los Derechos Humanos y el cumplimiento de las obligaciones que España asume” en los convenios internacionales que suscribe.
Los subsaharianos
El ministro del Interior salió al paso de las críticas que han recibido por parte de partidos políticos de la oposición y diversas ONG, que consideran que estas oficinas están fuera del alcance de los subsaharianos, ya que las autoridades marroquíes no les dejan pasar a Melilla, de modo que se ven obligados a saltar la valla para poder pedir asilo.
Fernández Díaz zanjó esta polémica asegurando que este colectivo de inmigrantes no piden protección internacional, ni siquiera una vez que ya están en Melilla después de haber entrado de forma irregular. Hace varias semanas, Interior precisó que de los 2.500 subsaharianos que habían saltado la valla, solo 5 habían pedido asilo. Según el ministro, esto se debe a que estos inmigrantes “saben que no tienen derecho” a obtener una protección internacional aunque su situación personal sea “un drama humanitario” provocado por “la falta de un futuro personal, familiar y profesional digno de su condición de personas en sus países de origen”. Un drama, dijo, al que España no puede dar respuesta en solitario”.
Una situación dramática que comparten con los sirios, pero que es necesario distinguir porque según explicó el ministro, la inmigración subsahariana está movida “por razones económicas y sociales”, frente a la de quienes llegan de Siria huyendo de un conflicto bélico. Por ello, consideró que es necesario “ser muy precisos y muy serios” a la hora de hablar de estos asuntos para no “complicar” el problema en vez de resolverlo.
Además, el ministro insistió al apuntar que si algún subsahariano considera que tiene derecho a pedir asilo, “lo que tiene que hacer es dirigirse a la oficina” que hay en la frontera, donde serían atendidos igual que los sirios, palestinos o iraquíes que ya han iniciado sus trámites, o hacer lo propio en los países por los que ha ido pasando antes de llegar hasta España.
Fernández Díaz hizo estas declaraciones tras la inauguración de la oficina, en la que estuvo acompañado por la representante de ACNUR en España, Francesca Friz-Prguda, y la directora general de Política Interior, Cristina Díaz, así como por el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, y los máximos responsables de la Policía Nacional y la Guardia Civil en nuestra ciudad, entre otras autoridades.
Con esta oficina, que el ministro cree que es motivo de felicitación para Melilla, España y el conjunto de Europa, Interior se anticipa a la entrada en vigor de la Ley de Protección de Seguridad Ciudadana, que será aprobada definitivamente la semana con el reflejo de las “singularidades” de las fronteras de Ceuta y Melilla. De esta manera, se refirió a la enmienda de los rechazos en frontera y al apartado de la nueva ley en el que se apunta que las peticiones de asilo y protección internacional deben ser solicitadas en estas oficinas habilitadas en ambas fronteras.
