Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

La edad como desprecio

La agitación de una campaña electoral no se puede traducir en un todo vale. Y algunos, antes de utilizar la edad como un desprecio, deberían tener en cuenta que lo que importa es la madurez personal y política de quienes pretenden representar a los ciudadanos En estas elecciones estamos asistiendo a un hecho inaudito, y es el uso de la edad como un descalificativo y un desprecio hacia el rival. El primero en hacerlo fue Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, cuando afirmó que la regeneración democrática debía venir de la mano de los nacidos a partir de 1978, el año en que se aprobó la Constitución Española. Esta teoría no es una apuesta por los jóvenes, como quizá pretendía hacer Rivera, sino una exclusión a una mayoría de ciudadanos, en concreto todos aquellos que tengan de 37 años en adelante. Si el Parlamento decidiera acometer la necesaria reforma de la Constitución Española a la que tantas veces se ha aludido, ¿se actualizaría entonces el año de nacimiento para aquellos que, según Rivera, deben liderar la regeneración democrática? Queda claro, pues, lo absurdo de esta idea, ya que la edad, como las discapacidades o defectos individuales, no pueden ser motivo de exclusión política ni social.

Lamentablemente, Rivera no es el único que se fija en la partida de nacimiento de los demás para hacer política. En Melilla también lo han hecho partidos que aspiran a representar al conjunto de los ciudadanos, independientemente de su año de nacimiento. El más sonado ha sido el de Mustafa Aberchán, candidato de Coalición por Melilla (CpM), que para burlarse de su mayor adversario político, el popular Juan José Imbroda, dijo que estaba "chocheando" y "menopáusico". Aberchán no se ha retractado de esta ofensa y debería hacerlo por el error que supone atacar a un rival por razón de la edad. Y es un error porque quizá Aberchán no haya caído en que entre las más de 53.000 personas que están llamadas a votar este domingo hay muchos mayores, y también muchas mujeres a las que por edad ya tienen la menopausia. ¿Y qué? ¿Eso les resta valor como personas? Su voto depositado en la urna vale igual que el del joven que acaba de cumplir 18 años o el de cualquier otro ciudadano, sea cual sea su condición.

No es propio de un político usar una etapa biológica como es la menopausia a modo de gancho en el ring político. Ni tampoco la edad, de la misma forma que tampoco se emplearían como un desprecio en el terreno personal. Probablemente el líder cepemista se haya dejado llevar por la estrategia que lleva empleando toda esta legislatura PPL, partido para el que es habitual meterse con las personas por su edad, como cualquiera puede ver a diario en sus redes sociales y su propia televisión, en las que utilizan motes a modo de humor para burlarse de la gente. Y algunos de ellos, relativos a la edad, como todo el mundo sabe y puede adivinar. Motes que emplean de manera generalizada hasta los que van en la lista de PPL, incluido su número 1. La agitación de una campaña electoral no se puede traducir en un todo vale. Y algunos, antes de utilizar la edad como un desprecio, deberían tener en cuenta que lo que importa es la madurez personal y política de quienes pretenden representar a los ciudadanos, elemento fundamental que no se puede medir con números como la edad.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€