Casi diez años después de dejar la política, Jadu Dris, la exdiputada de Coalición por Melilla (CPM) y exvicepresidenta segunda de la Asamblea, se volvió a poner ante las cámaras y micrófonos para dar su versión sobre el asunto que la ha vuelto a situar en el ojo del huracán: la Operación Montecristo. Dris dejó claro que no tiene ninguna relación con este procedimiento ni tampoco ha filtrado información al perfil de Lisbeth Salander en las redes sociales, como se ha afirmado públicamente en los últimos días. De hecho, aseguró que nunca ha hablado con este pseudónimo y que lo que aparece en el sumario es una conversación de “miles” que ha mantenido con su amiga Nieves Verdú, que además está “sacada de contexto”. Esto bastó al Consejo de Gobierno para cesarla como vocal del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria el pasado 28 de marzo. Una decisión de la que se enteró por la prensa y por la que admitió que se siente una “cabeza de turco” porque no está investigada, ni imputada ni procesada. Jadu Dris aclaró además que nunca ha hablado con el perfil investigado de Lisbeth Salander y, por lo tanto, no le ha filtrado ninguna información como se ha afirmado públicamente, lo que ha provocado que su imagen y su honor hayan quedado “bastante degradados”. También consideró que podría haber pasado información del Puerto porque “no es secreta, es pública, porque es una empresa pública”.
En cualquier caso, la exdiputada subrayó que nunca ha hablado con Salander, sino solo con Nieves Vida, una de las siete personas detenidas en la investigación de la Operación Montecristo. Dris afirmó que Vida Verdú “ha sido, es y será” su amiga en Facebook y con ella ha mantenido “miles de conversaciones”.
Una de ellas, fechada el 7 de marzo de 2014, es la que está incluida en una parte del sumario de la Operación Montecristo tras ser intervenida por la Guardia Civil.
Según explicó Dris, ese diálogo fue como consecuencia del nombramiento de Pilar Parra como directora del Puerto de Melilla, sobre el que Nieves Vida había comentado públicamente en Facebook que había salido adelante por unanimidad.
Dris le puntualizó en conversación privada que eso no era cierto porque ella, que formaba parte del Consejo de Administración, se había abstenido. Y lo hizo porque es “la mujer de José Luis Almazán, que se había marchado con muy pocos honores” de ese mismo puesto. De hecho, durante su comparecencia apuntó que Almazán y el expresidente del Puerto, Arturo Esteban, son “dos personajes muy lesivos para esta ciudad”. “El tiempo me ha dado la razón”, agregó Dris, que presumió de haber sido “bastante crítica” con ellos en su etapa como diputada de CPM en la Asamblea, entre 2003 y 2007.
Pérdida de confianza
Seis meses antes de las elecciones autonómicas de 2007 anunció a la formación cepemista que dejaba la política para trabajar en la empresa privada, una etapa que sigue en la actualidad y que confió que no se vea afectada por todo este asunto.
Según dijo, en este tiempo ha tenido “ofertas muy tentadoras” para volver, pero nunca lo hizo y solo aceptó la propuesta de Imbroda para ser vocal de la Ciudad Autónoma en el Puerto “con la condición de votar de forma independiente y libre”.
Dris aseguró que así ha sido en todo este tiempo y por ello ha sido una “persona molesta” para el Gobierno local, el mismo que el 28 de marzo acordó cesarla alegando “pérdida de confianza”, según informó su portavoz, Daniel Conesa.
Jadu Dris lo acusó ayer de mentir al considerar “ridículo y chistoso” este argumento, ya que “la mitad del Gobierno debería haber dimitido porque está siendo investigado y ya son de dudosa credibilidad”. Además, recordó que el PP mantiene la gobernabilidad en Melilla gracias a un pacto con Populares en Libertad (PPL), que “ha reconocido públicamente” haber tenido relación con Salander en un primer momento.
“Si quieren aplicar la teoría de la falta de confianza, que la apliquen a todo el conjunto de su grupo y no solamente a una parte”, pidió Jadu Dris. “El Gobierno menciona una supuesta falta de confianza y mueve ficha conmigo, pero el verbo dimitir no lo conjuga como gesto de honradez y de transparencia para que la gente de a pie crea en su buena voluntad”, añadió.
La exdiputada cepemista se mostró más molesta con el argumento esgrimido por el Ejecutivo melillense más que por su decisión de cesarla, ya que dejó claro que ella cree en la regeneración política. “Es muy saludable que rote y entre gente nueva. El cese es libre y es potestad del presidente, como el nombramiento”, afirmó.
“Poca elegancia”
Otro de los aspectos con los que Dris se mostró más crítica es por la “poca elegancia” que, a su juicio, ha tenido el Gobierno local al no comunicarle personalmente el cese como vocal del Puerto. Tuvo conocimiento de él a través de los medios de comunicación, sin que nadie del Gobierno la llamara previamente. Sólo ha tenido un mensaje de WhatsApp de Imbroda, después de que la propia Jadu Dris le reclamara esa deferencia.
