Andrés García Tébar, el entrenador que consiguió con la U.D. Melilla las dos temporadas más exitosas de su historia en la Segunda División B, con dos Play-Offs consecutivos en las campañas 2009-10 y 2010-11, se encuentra en Melilla, disfrutando de unos días de vacaciones y solucionando asuntos personales, además de adelantar que ha firmado por el Lorca Deportivo, conjunto que ha logrado el ascenso al Grupo XIII de la Tercera División. El técnico manchego repasó la actualidad del fútbol en la categoría de bronce y por supuesto la del conjunto melillense. -¿Qué tal por aquí en Melilla?
Tenía ganas de venir, desde que me marché en verano de 2011 y además tenía que arreglar algunas cosas a nivel personal que dejé pendiente. Me hacía mucha ilusión por volver y sobre todo, desgraciadamente, no puede venir porque no me daba tiempo material al entierro de mi amigo Juanjo. Creo que como mínimo debía visitar su tumba y darle las gracias por cómo se portó conmigo, pero estoy tremendamente triste y dolorido de perder a un gran amigo.
-¿Qué ha hecho en lo deportivo desde su marcha de Melilla?
En primer lugar firmé por el Tenerife y luego viví una experiencia demasiado larga de contar y desgraciadamente para mí, pero ilusionante, no solo en lo deportivo, sino en lo económico. Viajé a Malasia para firmar por el Johor F.C., equipo que la temporada pasada fue campeón de Liga, y el año pasado estuve unos partidos en el Orihuela, un equipo amateur, pero no era feliz. Siempre creí que en el trabajo y en la vida misma debemos tener grabada en la frente la palabra exigencia.
¿Dónde entrenará la próxima temporada?
En el Lorca Deportiva, equipo que ha ascendido a Tercera División y con el que la semana pasada firmé. Es un club al que entrené hace unos años y es de los sitios que mejor relación guardo, pero lo más gracioso, aunque parezca un contrasentido, la mayoría de mis amigos son periodistas deportivos, que parece que es difícil en esta vida que los entrenadores tengamos esa relación. Sin embargo, como la situación económica es horrorosa, he decidido entrenar allí porque está cerca de casa. Es un sitio que conozco, tiene buenas instalaciones y desgraciadamente en estos momentos trabajar en España es tremendamente complicado. La profesión nuestra, junto a la de camarero, que también lo he sido, es la más masificada que hay. Antes era una profesión digna, respetada y valorada, pero en estos momentos los intereses, imagino que federativos, han hecho que ser entrenador nacional, con todos mis respetos, puede serlo absolutamente, pues salen ochocientos todos los años. Antes sólo salían tres o cuatro entrenadores de cada provincia, hacíamos un selectivo, lo convocaban cada tres o cuatro años, e incluso quiero recordar que antes, en Tercera División, se podía entrenar con el carnet regional porque no había suficientes nacionales, pero ahora para un equipo de preferente habrán quinientos. Cuando me marché de aquí era consciente que vivir una situación como la que estuve de dos años, iba a ser muy complicado. El fútbol se ha devaluado una barbaridad, hay gente que hoy en día se regala e incluso pone dinero por entrenar, y la verdad que está todo mal.
-¿Ha seguido la trayectoria del Melilla en estos cuatro años?
Sigo mucho al Melilla porque tengo la oportunidad a través de internet de ver la mayoría de los partidos de casa, aunque en esto tengo mi opinión de que se televisen dichos partidos. Si la gente ha desertado de los campos en esta categoría hace que sea más difícil que el Álvarez Claro pueda presentar una asistencia medio decente para ver un encuentro del Melilla. El fútbol se ha devaluado una barbaridad, ha ido perdiendo calidad e incluso a nivel global en Primera División. En la Segunda B se ha producido un efecto cascada, pero se ha igualado mucho más, porque exceptuando algunos equipos que todavía son poderosos económicamente, en el resto existe una gran igualdad. En cuanto a mi opinión del Melilla, sinceramente no quiero herir ni ser injusto con nadie, primero porque el cuerpo técnico del Melilla y al frente su entrenador es gente que le tengo un tremendo aprecio. Sé que son excelentes profesionales, que trabajan fenomenalmente bien, pero también tengo claro que el Melilla, en estos momentos, es de los dos o tres presupuestos más altos del Grupo IV, con una estabilidad económica con respecto al resto de equipos, pero por delante de la Unión Deportiva se han clasificado equipos como el Villanovense y la Balona, con un presupuesto de 400.000 euros. También quiero ser justo y el jugador que quiere venir a Melilla siempre es más caro del que juega en la Península, pero echo de menos que el Mellilla no haya frecuentado los puestos de Play-Off en los últimos cuatro años, pero en este caso quedar sexto y conformarnos con jugar la Copa del Rey, cuando lo hemos hecho porque habían varios equipos filiales… No quiero dañar a nadie, pero no es lo que desde fuera percibo que se le debe exigir, pero esa es la realidad.
-¿El hecho de haber clasificado al Melilla para dos Play-Off le ha marcado como entrenador?
Claro que sí, pues es lo más importante que he conseguido en el fútbol, ya que este gran éxito me dio la oportunidad de ir al club con más nombre que he entrenado, el Tenerife. Eso es gracias al Melilla, uno de los sitios en los que mejor he estado y más me he identificado. Por eso a lo mejor esté siendo duro con mis apreciaciones, pues me duele más que en otros sitios. Teníamos las bases, el método y la estructura necesaria para que en este tiempo que ha pasado, y hablando del bajón, en los que los equipos se han debilitado, nosotros hemos mantenido ese mismo estatus. Debemos ser exigente y al Melilla habría que pedirle que en estos años haya jugado el Play-Off continuamente y por qué no ascendiendo algún año. Gracias a Dios tenemos esos medios que otros no pueden contar, pero con la marcha de la directiva anterior todo esto se derribó y desde mi punto de vista el actual presidente, sinceramente, creo que todo aquello no solo no lo potenció, sino que lo ha ido deteriorando paulatinamente.
-¿Le gustaría entrenar de nuevo al Melilla?
Claro que sí, pero ahora no, pues tiene a un gran profesional en el banquillo, como es Fernando Currás, al que le tengo todos mis respetos. De hecho, conmigo comenzó su nueva profesión como entrenador. Le deseo lo mejor.
-¿Qué le ha parecido el trabajo de Fernando Currás?
Cuando rescindí mi contrato con el Melilla, pues me fui con contrato en vigor, había gente que quería que no continuara como entrenador y por supuesto no me respaldaron en nada, sino todo lo contrario, pero lo primero que le dije al actual presidente es que no tenía que buscar a ningún técnico, pues ya lo tenía en casa, como era Fernando Currás. Tenía fe y confianza en lo capacitado que estaba Currás para el puesto de entrenador, pero tuvo que esperar dos años para que se le diera la oportunidad, aunque en el tema deportivo creo que el Melilla no se ha metido entre los cuatro primeros porque el inicio de la temporada le penalizó, y eso a la gente que conocemos el fútbol sabemos lo difícil y complicado que es salir de ahí abajo por mucho dinero y buen equipo que tengas. Fernando Currás lo está haciendo muy bien y me consta por los jugadores con los que guardo muy buena relación. Le tienen en buena estima y comunica. Es más, aquí sí creo que ha estado acertada la Junta Directiva, con su presidente a la cabeza, en darle la confianza y de prolongarle dos años más su contrato, que creo que va a ser el tiempo necesario para plasmar las buenas condiciones que tiene.
