Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

El “Jefe”

Un personaje singular y polémico donde los haya, pero sobre el que nadie puede cuestionar su amor por el TEATRO que junto a la docencia, su querida María Teresa y su círculo más próximo, han conformado sus grandes pasiones y al que deseamos que, aunque desde un plano menos público, continúe en ese camino de engrandecimiento de la interpretación a la que aún puede aportar mucho debido a su acumulado bagaje cultural. Han sido tan numerosas las actividades de naturaleza cultural que se han desarrollado a lo largo de las tres últimas semanas, que su confluencia ha originado la petición por parte de seguidores del panorama cultura local de una mayor coordinación entre organismos o instituciones convocantes al objeto de no solapar los actos en la medida de lo posible, si bien es cierto que a veces resulta muy complicado debido a la antelación que requieren determinadas actividades para su organización.

Y es que durante el mes de mayo a punto de finalizar han sido múltiples los eventos que han llegado acompañados de dilatadas programaciones como la mal llamada Semana del Libro ya que abarca un período temporal de casi dos meses, la Semana de Cine o el Difas. De hecho, en torno al libro, arranca hoy la feria que hace de broche de oro y que, por vez primera, ofrece los catorce stands previstos en la céntrica zona peatonal de Héroes de España y O,Donnell, un espacio que cada vez acoge un mayor número de actuaciones que están confiriendo a la zona una utilidad complementaria a la comercial.

Y por su especial peculiaridad, el pasado fin de semana, el protagonismo cultural se ha centrado en la despedida del panorama teatral público de ese personaje que, sin duda, es José María Antón, que a sus 95 años conserva una claridad mental y una prodigiosa memoria, realmente envidiables. Pero el paso de los años inevitablemente conlleva un desgaste de energía y vitalidad, que le ha llevado a plantearse su continuidad al frente del Grupo Teatral Concord, que él fundó y al que ha dedicado con pasión y entusiasmo cuatro décadas de su vida en las que se han interpretado una larga lista de obras, algunas tan memorables como "El zoo de cristal", "Una casa de muñecas", "Seis personajes en busca de autor", "Las manos de Eurídice", "Informe para una academia", "El canto del cisne" o "La gloria esquiva" entre otras. Toda una trayectoria que ha subrayado el interés cívico del grupo con el teatro y también el compromiso por dar respuestas a la lucha de la comunidad por no resignarse al fracaso.

Un período en el que se han forjado bajo su dirección muchos actores que difícilmente olvidarán las enseñanzas del "Jefe" que es como cariñosamente le denominan sus seguidores del Arte de Talía. Algunos de estos aprendices de José María Antón residentes en la Península y en comunidades autónomas algo alejadas geográficamente como Galicia, se han desplazado a Melilla para asistir al íntimo y emotivo acto de despedida que le brindaron el sábado en el Palacio de Exposiciones y Congresos, sus más cercanos, así como algunos de sus hijos y nietos, que llevaban tiempo sin regresar a la ciudad, como es el caso de Alejandro que ha vuelto tras 27 años de ausencia.

Un día entrañable para un personaje, no exento de polémica, crítico y reivindicativo con la gestión pública de determinados responsables culturales y conocido por no callar aquello que, con independencia de llevar o no razón, ha considerado merecedor de defensa. Y así lo ha hecho con su conocida vehemencia. Un personaje singular y polémico donde los haya, pero sobre el que nadie puede cuestionar su amor por el TEATRO que, junto a la docencia, su querida María Teresa y su círculo más próximo, han conformado sus grandes pasiones y al que deseamos que, aunque desde un plano menos público, continúe en ese camino de engrandecimiento de la interpretación a la que aún puede aportar mucho debido a su acumulado bagaje cultural.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€