Menos de dos meses después, los melillenses están llamados este domingo de nuevo a las urnas. Si el 28 de mayo tocaba votar por la Asamblea de la Ciudad Autónoma de Melilla, este domingo lo será por el Congreso de los Diputados y el Senado de las Cortes Generales españolas.
Una cita clave, como todas, en la que se elige en nuestra ciudad a la terna de parlamentarios que nos representarán durante los próximos cuatro años salvo adelanto electoral. Concretamente en el caso de Melilla: un diputado y dos senadores. Una terna que desde el año 1996 ha estado en manos del Partido Popular de forma ininterrumpida.
A tenor de lo que ha venido sucediendo desde las elecciones municipales de mayo, en las que el PP obtuvo una amplia mayoría absoluta de 14 diputados frente a 5 de CPM, tres del PSOE, dos de Vox y uno de ‘Somos Melilla’ y viendo lo sucedido durante la presente campaña electoral para estas generales del 23 de julio, pareciera que “todo el pescado está vendido”. Porque el nivel de confrontación que se vio en las municipales, la intensidad política que se vivió en aquellos momentos, con el pico máximo de la polémica del voto por correo, nada tiene que ver con la placentera campaña electoral que hemos tenido para estas generales.
Tanto es así, que hay algunas formaciones políticas que concurren este domingo que no han hecho ni un acto electoral, a diferencia de lo que sucedió para el 28 de mayo, en el que estuvieron día a día con sus propuestas en prensa. Este es el caso por ejemplo de Sumar, o lo que es lo mismo, de Podemos Melilla. En otros casos, aunque ha habido actividad, ha sido infinitamente menor a las que protagonizaron hace dos meses.
Está claro que el 23 de julio se viven unas elecciones en clave nacional, en las que Melilla aporta un único diputado sobre los 350 que conforman la Cámara Baja y que son los que elegirán al próximo presidente del Gobierno de España. Aunque en el caso de nuestra ciudad la representación es mínima, un solo escaño se ha demostrado que puede ser decisivo en este tipo de comicios como ocurrió en 1990, cuando un diputado por Melilla, en este caso Jorge Hernández Mollar tras repetirse las elecciones generales de 1989 por una serie de irregularidades, sirvió para que el PSOE del entonces invencible Felipe González perdiera por primera vez la mayoría absoluta desde los aplastantes triunfos de 1982 del entonces líder socialista.
También se caracterizan a estas elecciones por celebrarse en pleno verano, en un mes de julio con los termómetros por las nubes, y un calor asfixiante. Con muchos de vacaciones. Aún así, el domingo estamos llamados a ejercer un derecho, el derecho al sufragio, para la elección de los representantes nacionales de Melilla en las Cortes Generales, que serán los que llevarán los problemas y las inquietudes de los melillenses al Congreso de los Diputados y al Senado.
Hoy, no obstante, toca jornada de reflexión, como si los ciudadanos no hubieran reflexionado durante estos cuatro años.
