Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

El rincón de Aranda

Comparando políticas y políticos

melillahoy.cibeles.net fotos 1554 Juan Aranda web

Ramón María Narváez, “El Espadón de Loja”, Presidente del Consejo de Ministro (1848-1868), durante una de las crisis económicas que padeció nuestro país durante su mandato, se le presentó un acreedor, ansioso por cobrar la deuda que había contraído el Gobierno con él, y le dijo a Narváez, que si España contaba con hombres insignes,

como Cristóbal Colón, que descubrió América: ¿Por qué nadie del Gobierno descubre la manera de pagarnos?. Entonces Narváez le contestó: “Mire usted, Colón descubrió América porque había una América que descubrir, pero nosotros no podemos descubrir dinero porque no lo hay”. Rajoy que por haber sido, lamentablemente que todo hay que decirlo, el más votado, le tocaba pactar para formar gobierno, el hombre se negó a hacerlo; y las malas lenguas dicen que es por cobardía, porque sabía que si lo hubiera propuesto, se hubiera comido un pimiento morrón. Algunos piensan que es vergonzoso, que ni se abstiene para que gobierne Pedro con Alberto, y mucho menos para darle su voto de confianza. Yo creo que nadie sabe lo que quiere este buen señor; porque es como el “Perro del Hortelano”, que ni come ni tampoco deja comer; o quizás sea “D.

Tancredo”, que al final lo va a coger el toro, y de la embestida que le va a endiñar, lo va a enviar de cabeza a su plaza de Registrador de la Propiedad, que tanto claman muchos de sus seguidores. También, no sé a ustedes, a mí no deja de sorprenderme cada día con su dominio del lenguaje, y sus definiciones. Hace poco, en una cadena mejicana, nos dejó una perla para el recuerdo, diciendo: “Lo único serio es ser serio”. O esta, sobre nuestro solar patrio: “España es una gran nación y los españoles, muy españoles, y muchos españoles”. Pues claro ¡joder!, que somos muchos, casi 47 millones. Y tratándonos de
ignorantes: “Esto no es como el agua que cae del cielo sin que se sepa exactamente por qué”. Hombreee, yo creo que algunos sí que saben, o sabemos, por qué cae la lluvia del cielo. O esta tan sesuda, y llena de filosofía: “Un vaso es un vaso, y un plato es un plato”. Yo aún estoy dándole vueltas al cacumen para averiguar qué es cada cosa, y también para qué sirven. Y si a él “le gustan los catalanes, porque hacen cosas”, aunque no hable catalán en la intimidad, como lo hacía el que lo puso con su dedo divino, donde está, creo que algún asesor, de los varios que tiene, aunque le suba el IVA de las chuches a los chaveas, debe indicarle que en Andalucía, lugar donde yo resido, por ejemplo, también saben hacer sus cositas, muy bien hechas, y no hablo de los políticos ¡eh!, y con mucho salero, cosa que me consta.

Y ahora reflexionen sobre esta anécdota británica, con su mijita de mala baba; que si alguien lo desea puede aplicárselo a uno, o al conjunto del cuarteto formado por nuestros actuales políticos. En cierta ocasión, le preguntaron al Primer Ministro Británico Benjamín Disraeli (1804-1881) conservador, sobre la “diferencia ante una desgracia y una catástrofe”, y su contestación fue:
“Lo entenderá usted enseguida, si Gladstone, (1809-1898) liberal, cayera al río Támesis y se ahogara, eso sería una gran desgracia; pero si alguien lo sacara del agua, eso sería una catástrofe”. No me digan que la flema británica no tiene “mal bajío”.

Y para terminar, a los señores: Aznar, ínclito ex-Presidente del Gobierno, a Torres Hurtado, Alcalde Granada, (por cierto, que éste hombre ha engordado un poquito, ¿no?); a Bárcenas, a Rato, a Blesa, a Jaime Matas, al señor Soria, con su “picha hecha un lío liao”, antes de su dimisión como Ministro de Industria, a Baltar, a Zarrías, a Griñán, a Chaves, a Acebes, a Rita Barberá. Y como verán que la lista es tan amplia, por ambos bandos, deben disculpar los omitidos, ya que no cabrían en estas páginas, pero claro si decimos: y también al Sursum Corda, pues que todos se den por nombrados, y ya está. A todos ellos les deseo de corazón, ¡Palabrita del Niño Jesús!, que salgan con “buen pié”, que no de un “puntapié”, del atolladero en que se encuentran.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€