A los ojos de la Caridad no es nunca pequeño
el bien que se hace ni el mal que se evita
(Concepción Arenal)
Aunque la Asociación General de Caridad ―conocida popularmente como la “Gota de Leche” y hoy como “Centro Asistencial de Melilla”― se constituye, como tal, el 21 de enero de 1915, bajo la presidencia del Excmo. Sr. Gral. D. José Villalba Riquelme, lo cierto es que la feliz idea se fraguó, como es lógico, en fechas anteriores.
En la ya aludida sesión inaugural (1915), el Presidente de la Junta de Arbitrios (Sr. Villalba), expone que la semilla del referido proyecto brota meses antes (noviembre de 1913), en el seno de la “Junta de Protección a la Infancia y Represión de la Mendicidad” ―de la cual es, a su vez, cabeza visible― al ser consciente de la necesidad de unificar las instituciones dedicadas a la beneficencia en la ciudad.
En el presente artículo queremos centrarnos en los precedentes inmediatos a su instauración, como es, precisamente, la sesión celebrada por la Junta de Arbitrios de Melilla el jueves 3 de diciembre de 1914 y donde, bajo la presidencia del mencionado General, se aprueban: por un lado, los Estatutos de la Asociación General de Caridad ―protegida por el organismo municipal― y, por otro, el Reglamento del “Comedor Popular Reina Victoria Eugenia”, cuyo sostenimiento dependería, a su vez, de la citada Sociedad, ya que uno de sus fines, desglosado en su artículo primero, era la creación de comederos gratuitos.
Esta última normativa asistencial quedará elaborada, definitivamente, y será rubricada, por el Gral. Villalba, con fecha 5 de diciembre de 1914 y aprobada, el 13 de diciembre del mismo año, con la firma del Comandante General Gómez Jordana.
Por lo que respecta a sus Estatutos, se cumplen cien años del origen reglamentario que, necesariamente, con las pertinentes adaptaciones funcionales y temporales, regula, actualmente, el Centro Asistencial dependiente, como en aquellas fechas, del organismo municipal ―hoy, autonómico― de la ciudad de Melilla.
En aquel tiempo, principios del siglo XX, junto a la nobilísima acción de asegurar la manutención por alimentos de los menesterosos, ya apuntada, otras opciones se fundamentan en su articulado como son: «socorro á los pobres, creación de casas-cunas, Gotas de Leche, Asilos, escuelas talleres, reformatorios, etc.; creación de […] centros hospitalarios y mansiones de refugio, montar talleres propios y gestionar la colocación de los obreros en obras agenas; promover la instalación de lavaderos gratuitos y baños para los pobres; fomento de la asistencia á las escuelas de los hijos de los obreros y creación de cantinas escolares y fomentar la constitución de cooperativas, cajas de ahorros y de pensiones». (El Telegrama del Rif, 12-XII-1914, p. 1)
Hoy, en su plan de actuaciones, se abriga una terna de finalidades que quedan desglosadas en su Capítulo I ―artículo tercero―: «3.1) Atender a menores sujetos a medidas protectoras dictadas por la Entidad Pública, proporcionándoles manutención, asistencia y una educación integral.// 3.2) Atender a personas mayores en régimen residencial u otros, prestándoles los cuidados propios de su edad. // 3.3) Gestionando la creación de cuantos servicios sociales se crean convenientes para el mejoramiento de colectivos de personas necesitadas». (Estatutos del Centro Asistencial de Melilla, 2011)
Retrotraigámonos de nuevo. En esta ocasión al sábado 26 de diciembre de 1914, concretamente a las cinco de la tarde, hora fijada para la reunión de los miembros que han de formar parte del Comité de Honor de la citada Asociación ―según preceptúa el artículo noveno de sus Estatutos―, convocados por el Excmo. Sr. Comandante General que ha de ocupar la presidencia honoraria y, por tanto, su más alta representación.
Fruto de esa congregación, presidida por el General D. Francisco Gómez Jordana y donde se expone el objeto de la misma, quedará constituido el eminente grupo honorífico por: «el Excmo. Sr. General Presidente de la Junta de Arbitrios D. José Villalba, Teniente Vicario Castrense D. José Matilla, Vicario Eclesiástico D. Miguel Acosta, Ingeniero Director de la Junta de Fomento D. Manuel Becerra, Auditor de Guerra D. Vicente Fábregas, Subdelegado de Medicina D. José González Ávila, Comandante de Marina D. Manuel Bustamante, Notario Público D. Roberto Cano, Presidente de la Cámara de Comercio Interino D. Carlos Izaguirre y el de la Asociación de la Prensa D. Cándido Lobera». (El Telegrama del Rif, 28-XII-1914, p. 1)
Dichos señores se sintieron honrados de poder ostentar dichos cargos ―con sus deberes y obligaciones― y de nuevo, por unanimidad, se aprobó la normativa que ha de regular la mencionada Entidad bienhechora en su quehacer humanitario entre las clases menesterosas.
Resultado de la citada reunión (26 de diciembre de 1914), es la circular que, a las más altas representaciones de las colectividades de la Plaza (Guarnición Militar, Casinos, Círculos, Juntas, Asociaciones profesionales, Centros de ocio, Sociedades recreativas, Cámaras, Diarios locales, etc.), remite el Comandante General con el ruego de que estén representados, por alguno de sus miembros, en la “Junta Directiva Central” de esta neófita Asociación General de Caridad.
La finalmente denominada “Junta General” quedará definitivamente constituida en la sesión celebrada, en la sede de la Junta de Arbitrios (antigua “Casa Salama”), el 21 de enero de 1915, convocados por el Presidente de la Junta de Arbitrios y donde los miembros asistentes sancionaron la creación de la Sociedad e, igualmente, sus Estatutos y el Reglamento del Comedor Popular, ya aludidos anteriormente.
Asimismo, se procedió ―por voto secreto― a la elección de las personas que, junto al General José Villalba ―Presidente efectivo―, iban a ser designadas para desempeñar los cargos de la “Comisión Ejecutiva” ―órgano de mayor operatividad para cumplir sus funciones (dirección y administración, presupuestos anuales y redacción de reglamentos)― y cuyo resultado fue el siguiente: «Contador, Don Carlos de Izaguirre,/ Depositario, Don Manuel García Malea,/ Consejeros, Don Constante Miquélez de Mendi-/ luce, Don Jaime Tur y Mari y Don José Ferrín,/ Secretario, Don Francisco Oliva González». (Actas de la Asociación General de Caridad, sesión 21 de enero de 1915, t. I, pp. 1-4)
Finalmente, en cuanto a los asociados o suscriptores, no quedan establecidas ―en la normativa― unas cuotas fijas de carácter monetario y sí se especifica que se podrá colaborar en “especies”, más, si tenemos en cuenta, que la primera fundación que otorgue la Junta de Arbitrios a esta Sociedad benéfica y que abordaremos, próximamente, es el susodicho “Comedor Popular”.
Nota: Contribución de los autores que están elaborando, por encargo de la entidad benéfica ―y contando con la colaboración de la “Fundación Melilla Ciudad Monumental” (Ciudad Autónoma de Melilla)―, el libro conmemorativo del I Centenario del “Centro Asistencial de Melilla” (1915-2015).
