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VISTO DESDE FUERA: La invasión de Rusia a Ucrania: otro punto de vista

En los últimos diez días se han visto y leído cientos de videos y artículos sobre el tema. Además de la obvia influencia en cómo se trata el tema, según sea la nacionalidad o apego de cada uno de los autores, también resulta obvia la diferencia en el enfoque y el tratamiento de la información, según el mayor o menor acceso de los autores a fuentes de información fiables y su experiencia en cuestiones de defensa y geopolíticas.
Pero en esa marea de información no he encontrado en fuentes abiertas -quizás exista- un análisis, aunque sea somero, de la situación -terreno, enemigo y medios propios- de cada una de las partes y, como consecuencia, de las mayores o menores posibilidades de alcanzar sus objetivos y a qué precio.
El terreno, en general, es muy favorable a Rusia, por ser apto para el movimiento de grandes cantidades de medios de combate acorazados, mecanizados y de artillería. Por el contrario, las fuerzas ucranianas no pueden apoyarse, para la defensa, en grandes obstáculos naturales. El río Dniéper, al correr casi de norte a sur, puede canalizar el esfuerzo ofensivo ruso, pero no ayudar a detenerlo. La defensa a ultranza de las ciudades podría dificultar la ofensiva rusa, pero al precio de muertes de civiles y destrucción de estas.
Como contraste ponemos el ejemplo de Afganistán, en el que los rusos dominaron los valles, pero fueron incapaces de dominar las montañas, donde se encontraban a sus anchas los talibanes que contaban con gran cantidad de armas antiaéreas, proporcionadas por Estados Unidos, que hacían muy difícil y costoso para el ejército ruso, en material y vidas, el casi imprescindible empleo de helicópteros para llegar en fuerza a donde se encontraban los talibanes.
La comparación en medios de combate es totalmente favorable a Rusia, a pesar de la ayuda en armas antitanque y antiaéreas que los países occidentales están ahora proporcionando a Ucrania. Pero quizás esta ayuda sea “demasiado poco, demasiado tarde”, como también ocurre en el caso de las municiones. Debemos tener en cuenta que, aunque las armas puedan llegar a suelo ucraniano, después hay que distribuirlas a los combatientes que están peleando, en contacto directo, con el ejército ruso. La logística es siempre una pesadilla, pero cuando no se cuenta con superioridad aérea, como es ahora el caso de Ucrania, la pesadilla adquiere carácter de terror.
Observamos que el ejército ruso en Ucrania, aún con superioridad aérea, está teniendo serias dificultades para proporcionar a sus tropas lo que estas necesitan para vivir, moverse y combatir. Hay menciones de prensa, de las que desconozco el grado de fiabilidad pero que, de la observación de los hechos sobre el terreno, parecen ser ciertas, atribuyendo los días en que el ejército ruso cerca de Kiev no se ha movido, a estas dificultades logísticas.
Un libro que recomiendo ampliamente al lector, logista o empresario, se trata de “Los abastecimientos en la guerra”, escrito por Van Creveld, en el que resalta la importancia vital de la logística en la guerra. El mejor general nada puede hacer si la logística no le apoya, como fue el caso de Rommel en el norte de África, entre otros muy numerosos casos.
Habiendo hecho ese mínimo análisis, es conveniente ahora estudiar el conflicto desde el punto de vista de los principios doctrinales del arte de la guerra. En España estos son la voluntad de vencer, la libertad de acción y la capacidad de ejecución. En palabras más simples serían querer, poder y saber.
En cuanto al querer, el gobierno y el pueblo ucraniano han dado un ejemplo al mundo, por su decidida voluntad de defender su territorio a cualquier coste. En este punto son insuperables. El “querer” está de su parte.
El poder está íntimamente ligado a los medios disponibles en todos los aspectos. Como citaba antes, los medios deben proporcionar a las tropas lo necesario para vivir, moverse y combatir. Si bien Rusia tiene ventaja en todos los aspectos, hay dos que le son totalmente favorables, la disponibilidad de medios aéreos y la masa de artillería y lanzacohetes.
La doctrina rusa siempre ha contemplado el empleo en masa de la artillería con un doble efecto: la disminución de la capacidad de combate de su enemigo y el efecto moral sobre las tropas y el personal civil. El “poder” está claramente de parte del ejército ruso.
En cuanto al saber, no dispongo de la información que me haría posible efectuar un análisis mínimamente fiable. Tan solo citar que, históricamente, el ejército ruso no se ha distinguido por su habilidad y creatividad en el empleo de los medios, sino por su empleo en masa y su disposición a sufrir cuantiosas bajas, muertos y heridos, si así se requería.
Como, para mi dolorosa, conclusión, citar que el ejército ucraniano, aún suponiendo que puede disponer de los medios que los países occidentales le están proporcionando ahora, está en clara inferioridad por lo que, probablemente, podrá resistir días o incluso algunas, pocas, semanas.
Para una atribución de responsabilidades sobre la situación en Ucrania, debemos empezar claramente por el gobierno ruso, pero también los gobiernos occidentales han tenido su parte de culpa, como se citaba el pasado domingo.
Pero de la voluntad del pueblo ucraniano se puede esperar que, a medio o largo plazo, podrán recuperar su independencia real y construir sobre su intacto orgullo nacional.
Todo ello, claro, suponiendo que la voluntad de vencer del pueblo ucraniano no haga el milagro de hacer la invasión tan costosa para Rusia, que le fuerce a llegar a un acuerdo que respete la independencia y soberanía de Ucrania.

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Gonzalo Fernández

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