Dos individuos, que responden a las iniciales J.L.C. y J.M.C. se enzarzaron en una pelea, tras entrar en discusión porque J.LC. había estacionado el coche en un lateral al final de una cuesta, lo que presuntamente "obstaculizaba" el paso de J.M.C. Ambos están acusados por un delito de lesiones, pero el que la fiscalía solicita una pena diferente para cada uno de ellos tras el juicio debido a la intención de uno y otro. Así el Ministerio Público solicita a J.L. C. una multa de seis meses a razón de seis euros de cuota diaria, mientras que a J.M.C solicita un año y medio de prisión. El denunciante, aunque también acusado, J.L.C. contó que fue el 6 de septiembre de 2011 cuando acababa de dejar a su hija en el Campus de Melilla cuando recibió una llamada de teléfono. Según explicó J.L.C. se dispuso a aparcar en el lateral al final de una cuesta, cuando un todoterreno pasó a su lado increpándole sobre el lugar que había elegido para estacionar.
El resto de los hechos es el que no coincide entre los diferentes testigos y acusados. Por un lado, J.L.C. niega que haya propiciado ningún insulto o que le hubiera golpeado y que fue J.M.C. quien salió del todoterreno y lo propinó varios puñetazos en la cara llegando incluso a tirarlo al suelo.
Sin embargo, la versión de J.M.C. es bien distinta, ya que según éste fue el propietario del vehículo que había estacionado al final de la cuesta, quien salió del coche y le propinó un cabezazo, momento en el que empezó la reyerta.
Aún así, ambos sí coinciden en la intervención de una de las testigos que declaró durante la vista celebrada en el Juzgado nº1, una mujer que si bien actuó en la pelea para mediar e incluso llegó a llamar a la policía, los letrados de la defensa del propietario del todoterreno la acusan de ser conocida del denunciante J.L.C. al haber gritado según J.M.C. y su cuñado que supuestamente lo acompañaba "¡Chiqui, chiqui, chiqui,..!" durante la reyerta.
Sin embargo, ella misma niega conocer a ninguno de los acusados, aunque sí asegura que J.M.C. era quien estaba propinando mayores golpes a J.L.C, debido a su mayor complexión y que fue quien inició la pelea.
Otro de los testigos, cuya presencia en el suceso fue hasta cuestionada por parte del Ministerio Público, fue la del cuñado de J.M.C.. Según contó el familiar durante la vista iba con J.M.C. y los perros en el todoterreno cuando vieron dificultades para hacer la curva al final de la cuesta.
La Fiscalía asegura que es "indiferente" quien iniciara la pelea, ya que dentro de la justicia penal está tipificado como delito quien responde a una determinada agresión, aunque aclara que fue una reyerta en la que ambos se insultaron y se agredieron. Además, valora las declaraciones de la mujer que testificó al presenciar el suceso, ya que más allá de ser conocida por alguna de las partes, vio como fue J.M.C. quien se bajó del coche.
Por todo ello, tras la declaración de los diferentes testigos y ambos acusados, solicita una pena de multa de seis meses con seis euros de cuota diaria para J.L.C., y un año de prisión y seis meses para J.M.C. por un delito de lesiones.
