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Teresa Fernández afirma que en una relación “todo el mundo necesita su espacio físico y mental”

Teresa Fernández, jefa de la Unidad contra la Violencia de Género

Afirma la jefa de la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer de la Delegación del Gobierno, Teresa Fernández, que en la lucha contra esta lacra social, es preciso trasladar a los jóvenes la idea de que en una relación, es preciso que cada persona disponga de "su espacio físico y mental" y que no por ello se es infiel. En este sentido indicó que por primera vez la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género ha elaborado una campaña dedicada exclusivamente a la gente joven. Lleva por título 'Diez formas de violencia de género digital' y está en marcha desde de abril. La elaboración de esta campaña responde a la necesidad de revertir algunas de las conclusiones del estudio confeccionado en 2015 sobre la perspectivo de la violencia de género en jóvenes, donde tras encuestar a chicos y chicas de entre 15 y 29 años, se constató que el 29% de los jóvenes reconocía sufrir "un control abusivo" por parte de sus parejas.

Campaña
La campaña, que utiliza imágenes animadas, trabaja sobre diez puntos concretos con la intención de que la juventud "reflexione, tanto chicos como chicas y aprendan a detectar cuáles son las conductas de violencia de género y control psicológico" a combatir. Los diez puntos son: el acoso o control de la pareja usando el móvil; interferir en las relaciones de la pareja en Internet con otras personas; espiar el móvil de la pareja; censurar las fotos que publica y comparte en redes sociales; controlar lo que hace en las redes sociales; exigir que demuestre dónde está con su geolocalización; obligar a que envíe imágenes íntimas; comprometer a la pareja para que facilite sus claves personales; obligar a la pareja a que muestre un chat con otra persona o mostrar enfado por no tener siempre una respuesta inmediata 'online'.

La filosofía que persigue es la de "incidir en la necesidad del ser humano de tener su independencia y privacidad para no terminar mal psicológicamente". "Hay que dejar claro que el no tener las claves del móvil y las redes sociales de tu pareja no significa que te esté engañando", añadió. También considera importante dejar de manifiesto, tanto a chicos como a chicas, que la solución "no está en que si él me controla que yo lo controle, porque es un error, porque ambos tienen una relación tóxica que no llega a nada". Añadió que la solución no está tampoco en que "si él me golpea, golpearle yo, porque lo que se consigue es que ambos incurran en un delito, por tanto, lo que hay que evitar es normalizar este tipo de comportamientos".

Añadió la jefa de la Unidad de Violencia de Género que las tecnologías de la comunicación, en especial internet, los móviles y las redes sociales se han convertido en una herramienta más para el control de los maltratadores sobre sus víctimas y sobre todo ello se alerta en las charlas que se imparten en centros docentes, acuartelamientos y empresas. Entiende que debemos ser conscientes de todo ello y, de esta forma, cortar aquellos comportamientos que pueden llevar en el futuro al maltrato. En este sentido, en lo referente al control y al drama de la violencia, "Melilla no es diferente al resto del país" y recordó que la Memoria del pasado año recogía que de las 205 mujeres que habían denunciado, 80 tenían entre 16 y 30 años. Es más, "hubo dos casos de chicas de 16 y 17 años y tres de 18 a 20 años, gente muy joven".

Urge, por todo ello, incidir más en la prevención porque "se ha visto que a nivel general que la violencia de género empieza antes y es preciso trabajar con acciones que tengan una mayor atención en los primeros años de vida". Lo que queda claro es que, a pesar de que se habla de víctimas y maltratadores que apenas han superado la adolescencia, la violencia "no deja de ser una conducta, que en negativo o positivo, se aprenden por imitación, estudiando o por repetición". También las redes sociales pueden contribuir a normalizar este comportamiento al lanzar "mensajes como que esto del maltrato es un invento de cuatro chaladas, o que es un intento por controlar la vida de los hombres, y también te encuentras datos inventados sobre cuántos hombres han muerto supuestamente a manos de sus mujeres, pues todo ello cala".

Un desvirtuado sentido de la propiedad e inseguridades personales son otros de los condicionantes que conducen a la violencia machista, un problema que no surge de un día para otro. "Está claro que si el primer día te pega, no habrá una segunda vez porque las mujeres no son tontas, pero esto es un proceso lento, un estrangulamiento que se va cimentando día a día con pequeños gestos". Por ese motivo esta campaña "insiste mucho en no normalizar esos actos de control que los jóvenes ven como normales, tanto hombres como mujeres, y dejar de manifiesto que el control y los celos no son demostraciones de amor, y que para ser feliz, todo el mundo necesita su espacio físico y mental, y que eso no significa que te sea infiel".

La violencia en la juventud
A Teresa Fernández no le sorprende que el drama de la violencia de género esté creciendo en el colectivo juvenil. La sociedad "se ha relajado porque piensa que se han interiorizado valores que inciden en la igualdad de género y contra la violencia y que son temas sobre los que no hay que seguir luchando, pero debe ser algo constante luchar contra el sexismo y el maltrato. No podemos bajar la guardia".

Asimismo considera que dentro de la lucha contra la violencia machista, también debería producirse una reflexión dentro del mundo de la Justicia "sobre si las personas que han sido condenadas como maltratadores y son reincidentes, pueden disfrutar de beneficios penitenciarios que acorten sus penas o si no sería necesario endurecerlas pensando en las víctimas y su seguridad".

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Jesús Andújar

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