Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Carta del Editor

Sobrevivir a la catástrofe, una vez más

“Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad”. Así empieza uno de los villancicos históricos más repetidos y cantados. No van a ser estas unas Navidades típicas, alegres, abiertas, cariñosas, sumidos como estamos entre la pandemia acechante y las limitaciones impuestas, aunque las vacunas anticovid ya asoman en el sombrío horizonte. Pero el espíritu de la Navidad, de concordia y amor, predominará, o debería predominar, al menos durante estos días. Fue el latino Plauto (254-164 a.C.) el creador de la frase “homo homini lupus”, el hombre es un lobo para el hombre, que después popularizó Thomas Hobbes en su famoso libro El Leviatán (1651), con la tesis de que el estado natural del hombre lo lleva a una lucha continua contra el hombre, el prójimo. Desde luego hay numerosos e inacabables ejemplos de actividades del hombre, del homo sapiens, que constituyen un horror y una catástrofe para los hombres en general, como las guerras, la esclavitud, el terrorismo, los exterminios por motivos políticos, nacionalistas o étnicos, y así un largo etcétera
Pero también es cierto que hoy hace justamente 2020 años que nació en Belén un niño sobre el que se construyó una doctrina que es la esencia del cristianismo. No pretendo discutir ahora la tesis del famoso libro del alemán Ludwig Feuerbach, “La esencia del cristianismo”, sobre la filosofía de la religión; pretendo solo y humildemente resaltar que es el amor y el consiguiente respeto para todos los hombres lo que fundamentalmente celebramos hoy, 2020 años después de aquel lejano nacimiento.

Circunscribiéndonos a lo próximo -digamos que hablo de España y de Melilla- es especialmente conveniente resaltar el artículo del diputado local, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, “La única España posible”, que publicamos el pasado domingo. Sin citar a Antonio Machado ni recordar su archiconocido poema incluido en su obra “Proverbios y cantares” (Entre una España que muere y otra España que bosteza/Españolito que vienes/ al mundo, te guarde Dios/ Una de las dos Españas/ ha de helarte el corazón) Otazu subraya que “es desde la óptica de la inexistencia de perspectivas únicas de la realidad desde la que percibo la única España posible”, para terminar su artículo recomendando “cultivar perseverantemente la moderación y el respeto al discrepante… Es ahí, en la moderación y el respeto al que piensa diferente, donde, a mi juicio, se encuentra la única España posible”. Un mensaje muy cristiano, por cierto.
“No somos ni vencedores ni vencidos, somos los descendientes de los vencedores y de los vencidos”, declaró el historiador peruano José Antonio del Busto a la prensa, comentando la retirada de la estatua de Francisco Pizarro, que lideró en el siglo XVI la expedición que inició la conquista del Perú. Una verdad tan apabullante como abundantemente manipulada (la presente Ley de Memoria Histórica, por ejemplo).

Manipulación aprovechando las debilidades ajenas. Debilidad extrema de la política exterior española, conclusión: Marruecos vuelve sobre Ceuta y Melilla. Los melillenses ya estamos acostumbrados a esta acción (debilidad política española)-reacción (reclamación política marroquí, no del Rey, de Melilla y Ceuta). Todo envuelto en el papel de celofán habitual de la oficialidad marroquí de que la reclamación de la dos ciudades españolas -que lo son mucho antes de que Marruecos existiera como reino- no es para ahora, sino a largo plazo, cuando Marruecos “resuelva” lo del ex Sahara español. Más de lo mismo, pues, y un mensaje de nuestro vecino para intentar amargar un poco la Navidad de ceutíes y melillenses, incluyendo a todos aquellos de origen marroquí, por supuesto.

No deja uno de preguntarse la razón por la que un país como Marruecos, con una renta per cápita tan baja (12 veces inferior a la española, nada menos), o sea, con gran parte de sus habitantes sumidos en tamaña pobreza, tiene tanta fijación en lo del Sahara. ¿Quizás por aquello de crear un enemigo exterior -el que se declare en contra de la adhesión marroquí del Sahara- que ayude a olvidar los graves problemas interiores? Puede ser.

Para ser “buenista” y concordar con lo políticamente correcto, termino esta Carta con un recordatorio a favor de las limitaciones de movimientos que recomiendan e imponen todas las Comunidades -y Ciudades- Autónomas durante estos días de celebraciones y encuentros de familiares y amigos. Desde el punto de vista sanitario no hay nada que celebrar porque para España el corona virus ha sido una catástrofe sin paliativos. Desde el punto de vista económico, con Hacienda acechando y abusando, de una manera tan repugnante como suicida para el futuro español, especialmente de las pequeñas empresas y de los autónomos, el presente es malo y el futuro espantoso. Pero los españoles hemos sobrevivido a lo largo de la historia a todo tipo de gobiernos, y lo haremos una vez más. A pesar de todo: Feliz Navidad, como deseaba nuestro calendario 2021, para todos los melillenses.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€