En Melilla se han tramitado más de 10.000 solicitudes de asilo en los últimos tres años, una cifra que demuestra el buen funcionamiento de la Oficina de Asilo de la ciudad. Así lo afirma Teresa Vázquez, la coordinadora de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Melilla. Denuncia que el principal problema son las trabas que encuentran las personas extranjeras para llegar hasta nuestras fronteras y poder solicitar asilo. Vázquez defiende que si se cumpliera con las leyes y hubiera algo de voluntad política dejaríamos de observar escenas como la de los saltos de la valla, las devoluciones en caliente o los naufragios de pateras.
-Ayer se conmemoró el Día Internacional del Refugiado. ¿Fue un día para celebrar o más bien para reflexionar sobre el rumbo que están tomando las políticas europeas en materia de asilo?
-En Melilla sí que podemos celebrar, aunque tímidamente, la evolución del sistema de asilo que se ha producido en la ciudad autónoma en los últimos tres años. En 2014, el 20 de junio yo lo celebré comprando pasteles para los cinco solicitantes de asilo que residían en el CETI en aquel momento. En 2017, una gran mayoría de los residentes del CETI son solicitantes de asilo. Podemos celebrar y sentirnos orgullosos, pero siendo conscientes de que aún queda mucho trabajo por hacer, actuaciones que mejorar, e injusticias contra las que seguir luchando.
A nivel europeo y nacional, a pesar de que existe una mayor sensibilidad por parte de las autoridades y se están invirtiendo importantes recursos en acogida, el Día Internacional del Refugiado sí que tendría que haber servido para reflexionar. Aquí nunca se ha tratado de una crisis a causa del número de solicitantes de asilo que llegan a nuestras fronteras, sino de una crisis de la capacidad de reacción de la UE.
-La secretaria general de CEAR, Estrella Galán, calificó de «ineficaz» y de «mentira» la labor que prestan las Oficinas de Asilo de Ceuta y de Melilla. Como observadora diaria del trabajo que se realiza en la Oficina de Melilla, ¿está de acuerdo en aquello de que no sirve para nada?
-Como bien apuntaba la secretaria general de CEAR, Estrella Galán, las autoridades españolas tienen la obligación de desarrollar e implementar vías seguras a fin de luchar eficazmente contra las redes de tráfico de personas y de proteger la vida de los refugiados que huyen de situaciones graves de persecución en sus países de origen. También es cierto que desde la inauguración de la Oficina de Asilo en Ceuta, a la par que se inauguró la Oficina de Melilla, está no ha sido ni si quiera estrenada.
Sin embargo, basándome en mi experiencia personal, yo considero firmemente que la Oficina de Asilo en Melilla hace un trabajo excepcional, como bien lo atestiguan las más de 10.000 solicitudes tramitadas en menos de tres años. Todas ellas gestionadas con la mayor rapidez y sin el menor resquicio de discriminación. ¿Se puede mejorar su funcionamiento? Por supuesto que se puede mejorar, y eso es lo bonito. Me consta que tanto los funcionarios del Cuerpo de Policía Nacional, como los intérpretes y letrados (entre los que nos incluimos los letrados de CEAR que trabajamos allí a diario), así como los trabajadores de Cruz Roja, Save the Children o ACNUR, intentamos cada día ser mejores profesionales y que eso se refleje en una mejor atención a los refugiados que solicitan asilo en Melilla. Y estoy segura, esta será la línea en la que todos seguiremos trabajando.
-¿Considera que se está garantizando el acceso a la Oficina de Melilla?
-Depende. Si se pregunta si una vez en la parte española de frontera de Beni-Enzar, o dentro del territorio de Melilla, cuando un extranjero expresa su voluntad de solicitar asilo este es atendido sin trabas por la Oficina de Asilo para formalizar su solicitud, la respuesta es un rotundo sí. Se garantiza el acceso.
Ahora bien, ¿se garantiza en Melilla y en Ceuta verdaderamente el acceso al sistema de Protección Internacional? Personalmente no considero que el problema radique en el funcionamiento de las Oficinas de Asilo, sino en la casi imposibilidad de llegar hasta nuestras fronteras y poder solicitar asilo en las Oficinas, lo que significa que siendo objetivos, dicho acceso efectivamente no se garantiza. Y es que simplemente cumpliendo con lo establecido en las leyes de las que somos firmantes, y con algo de voluntad política implementando vías seguras, dejaríamos de presenciar escenas como la de los saltos a la valla y las devoluciones «en caliente», los naufragios de pateras o la entrega de todos los ahorros de una familia a «facilitadores» para llegar hasta el lado español de Beni-Enzar. Y esto es, a mi parecer, lo que con buen criterio, deseaba subrayar la Secretaria General de CEAR.
-¿Cuáles son los aspectos que necesitan mejorar con urgencia en la oficina de la ciudad?
-Sin duda, reforzar el personal, especialmente el número de funcionarios de Policía Nacional que llevan a cabo las entrevistas de formalización de solicitudes de asilo, y dotarles de mejores recursos para que lleven a cabo su trabajo, que es importantísimo, en las mejores condiciones laborales posibles.
-¿Qué factores diría que hay detrás del descenso de demandantes de asilo en la frontera Sur?
-En los primeros seis meses de 2016 se produjo un importantísimo descenso de entradas de solicitantes de asilo por la frontera de Beni-Enzar, así como un descenso del número de saltos a la valla. En mi opinión, esto se debió en gran medida a un recrudecimiento de las medidas de seguridad en la frontera entre Marruecos y Argelia y en los perímetros fronterizos de Marruecos y España. A lo que se sumó un aumento desorbitado de los precios que pedían los traficantes de personas para «facilitar» el acceso a nuestras fronteras y al sistema de asilo en nuestro país (que según las leyes internacionales, europeas y nacionales, debería estar garantizado por las autoridades españolas); y la entrada en vigor en Argelia de restricciones para conseguir visados de viaje a ciudadanos sirios.
En la segunda mitad de 2016 remontó el número de solicitudes de asilo en Melilla (aunque sin llegar a las cifras de 2015) y se ha mantenido estable hasta la actualidad, con una media de algo más de 200 solicitudes tramitadas al mes.
En cifras: Evolución del número de solicitudes de asilo en Melilla
La oficina de Asilo de Melilla se puso en marcha a finales de 2014. Aquel año en España se presentaron casi 6.000 solicitudes de asilo, 500 de las cuales se tramitaron en Melilla. En 2015, en España se presentaron casi 15.000 solicitudes, unas 6.500 de ellas en la Oficina de Asilo de Melilla. En 2016, en el conjunto del territorio español se llegó casi a 16.000 (dado el elevado número de solicitudes de nacionales venezolanos y ucranianos), de las cuales unas 2.500 se presentaron en Melilla. En mayo de 2017, en la Oficina de Asilo de Melilla ya se habían superado las 1.000 solicitudes de asilo tramitadas. La mayoría de los solicitantes de asilo de los últimos años en la ciudad autónoma de Melilla eran nacionales de Siria o Palestina, aunque también solicitaron asilo numerosos argelinos y marroquíes, y se han atendido múltiples solicitudes de nacionales de Yemen, Irak, Libia, Líbano, Costa de Marfil, Guinea Conakry, Gambia, Gabón, Mauritania, Burkina Faso, República Democrática del Congo, República Centroafricana o Somalia.
