El titular del área, Daniel Ventura, denuncia que la Ciudad ha recibido la planta en un estado “lamentable”, con pérdidas de agua, bombas de alta presión sin conectar o con las obras del cuarto módulo sin finalizar
La Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza ha exigido al Ministerio para la Transición Ecológica y a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) a que solventen las “muchas deficiencias” que presenta la Planta Desalinizadora, cuya titularidad pasó a manos de la Ciudad Autónoma de Melilla el pasado 6 de marzo.
El titular del área, Daniel Ventura, ha denunciado este lunes en rueda de prensa que la Ciudad recibió la planta en un estado “lamentable”, con “un alto grado de corrosión generalizada”, bombas de alta de presión de agua sin conectar y con las obras de ampliación del cuarto módulo sin finalizar.
En resumen, Ventura asevera que la Planta Desalinizadora “no es capaz de cumplir su función principal, que es proveer una cantidad y calidad de agua determinada y presenta numerosas deficiencias de operación que hacen que presente unas prestaciones menores a las de su diseño”.
Por ello, anuncia que la próxima semana la Ciudad Autónoma mantendrá una reunión con personal de la CHG y del Ministerio de Transición Ecológica para exigirles a ambos organismos a que, “a la mayor brevedad posible”, subsanen todos los errores, las deficiencias y la falta de documentación” que hay en torno a la desaladora de Melilla.
“Que nos la den funcionando correctamente”
“Si nos estamos haciendo cargo de una instalación, lo normal es que nos la den funcionando adecuadamente, y eso, desgraciadamente, no es así”, lamenta el consejero de Medio Ambiente, que agrega que el cuarto módulo de la desaladora no funciona y los otros tres cuentan con “muchas deficiencias y dificultades para que se puedan mantener en el tiempo”.
A preguntas de los periodistas, Ventura ha justificado que la Ciudad Autónoma asumiera la gestión de la Planta Desalinizadora porque estaban “obligados” por el convenio que firmaron con la CHG en 2021, y “había que cumplir con unos plazos”. Aun así, no ha ocultado “la indignación” del Gobierno de Melilla por el estado “defectuoso” en el que se encuentra la desaladora, con pérdidas de agua y carencia de elementos. No obstante, señala que han descubierto estas deficiencias después de recibir la titularidad de la planta.
