Y es que las cargas explosivas de profundidad que se están propinando tanto Susana Díaz, como Pedro Sánchez, están creando un profundo socavón entre los dos bandos bastante parejos que representan, que puede hacer tambalear los cimientos de un partido con una larga trayectoria y un gran peso, aunque cada vez más debilitado, en el panorama político español. Las bravuconadas de Donald Trump y su singular forma de dirigir los destinos de la nación, de momento, más poderosa del mundo, desde luego no dejan lugar ni hueco para la indiferencia o el aburrimiento. La última este lunes cuando se supo, a raíz de que el diario 'The Washington Post' lo publicara, que el presidente de EEUU había compartido información altamente reservada con diplomáticos rusos. Trump, en su serie ya habitual de tuits mañaneros para responder a los medios o reaccionar a lo que sucede en el mundo, defendió ayer su "derecho absoluto" a compartir información con los representantes del Kremlin. "Como presidente quise compartir con Rusia, lo que tengo derecho absoluto a hacer, hechos pertinentes sobre terrorismo y vuelos seguros", aunque sin hacer mención a la información compartida y si era o no confidencial. Una noticia que ha creado una gran polémica y malestar en numerosos sectores estadounidenses e incluso en países europeos donde se rumorea que alguno podría dejar de informar a EEUU.
Y mientras el omnipresente de los medios de comunicación mundiales, Trump, continúa originando polémicas, en nuestro país el PSOE sigue también protagonizando el panorama político con unas primarias que más que conducir hacia una unión de las corrientes internas de la formación política socialista, parece que se encaminan hacia una, cada vez más feroz, lucha entre los candidatos a la Secretaria General del PSOE que va a hacer realmente difícil la reunificación a partir del próximo lunes tras la jornada electoral e incluso puede conllevar un riesgo importante de escisión en el partido. Y es que las cargas explosivas de profundidad que se están propinando tanto Susana Díaz, como Pedro Sánchez, están creando un profundo socavón entre los dos bandos bastante parejos que representan, que puede hacer tambalear los cimientos de un partido con una larga trayectoria y un gran peso, aunque cada vez más debilitado, en el panorama político español. Un PSOE, por tanto, con un futuro bastante incierto. Una circunstancia que no debe resultar en general deseable, ya que su supervivencia es necesaria en este nuevo mapa político que se dibuja con la irrupción de los nuevos partidos, en algunos casos de marcado carácter antisistema, que pueden hacer peligrar incluso los pilares de la Unión Europea.
Mientras, en Melilla, los acontecimientos más noticiables en los últimos días vienen marcados por luctuosos sucesos relacionados con el sector sanitario y por una masiva sucesión de actividades sociales y culturales derivadas de la coincidencia en el tiempo de dos eventos de gran tirada poblacional como son la Semana de Cine de Melilla en su novena edición que inició su rodaje el pasado lunes y el Día de las Fuerzas Armadas, DIFAS, que aunque de naturalezas diferentes, su desarrollo llega cargado de numerosas actividades paralelas y precedentes.
Unos actos que además se nutren de otras conmemoraciones como la del Día Internacional de los Museos que se celebrará el próximo sábado día 20 y que llega repleto con otro amplio programa de secuencias diversas que van a contribuir a que el fin de semana el ciudadano que no asista a un acto, a elegir entre un amplia espectro cultural, desde luego no será por falta de oferta sino más bien porque su deseo se encamine más bien hacia el descanso o la tranquilidad.
