En Melilla por nuestra circunstancia histórica no hemos estado vinculados a la realeza ni a las grandes fortunas. Podríamos haber tenido una duquesa que no quiso saber nada de nosotros ni de Medina Sidonia, además su patrimonio lo declaraba en Madrid y era conocida por “la duquesa roja”. Hemos tenido militares de paso y personas que con su esfuerzo han llevado el nombre de Melilla a lo más alto de sus posibilidades.
Es el caso de Manuel de Casas un magnífico árbitro de la disciplina deportiva del boxeo. Este deporte tuvo su momento de gloria y allí estaba Manuel de Casas. Después, sus detractores consiguieron que su llama languideciera. En 1972 a este deporte se le acusó de violento, se llegó a prohibir su exhibición en la televisión, hoy parece que está volviendo a considerarse este deporte en su justa medida. En Melilla, este deporte fue muy importante con grandes nombres de reconocimiento nacional como “Muchicha”, Antonio “Kid Gord”, Clay, Jimy Ringo, Mohamed Kaddoumi “El Chino”, “El león de la Legión, “El Chato” y un larguísimo etcétera.
Quizás, y sin quizás, el más importante, el más grande fue Mimon Ben Alí, conocido como “Ben Alí”, que nació en 1938 y falleció en 2016. Fue campeón de España y de Europa en los Pesos Gallos, del año 1963 a 1966.
El primer combate pugilístico que se celebró en Melilla fue en 1924, en el Teatro Alfonso XIII, después el maravilloso cine Monumental y hoy un bodrio de locales. Los espacios que se utilizaron para las veladas de boxeo fueron el Teatro Zorrilla (hoy Garaje Escaño), el Pabellón Lázaro Fernández y la Plaza de Toros, entre otros lugares.
Los gestores que hicieron brillar que este deporte fuese muy importante en Melilla fueron Paco Atencia Contreras, que regentaba el bar Motañés, situado en la Calle Sidi Abdelkader (antiguo banco Santander) y Diego Rojas (que fue también un extraordinario árbitro) que en 1972 se hizo con la Presidencia de la Federación Melillense de Boxeo, recuperando los valores tradicionales de este deporte y la organización de grandes veladas. No quiero dejar de recordar a dos profesionales del periodismo como Antonio Calderay Martínez, que actuaba de speaker y, como cronista, a Beligurrez, Avelino Gutiérrez. Quien quiera saber más sobre el tema puede consultar “La historia del boxeo en Melilla o leer los artículos de Farid Mohamed publicados por el MELILLA HOY en 2018 y los diferentes escritos de Avelino Gutiérrez, al que agradezco su generosidad en su indicaciones y la aportación gráfica. He contextualizado el tema del boxeo en Melilla para poder explicar mejor mi objetivo de homenajear D. Manuel de Casas (1938-2011). Desde muy joven practicó diferentes disciplinas deportivas: atletismo, natación, halterofilia y judo. Pero su verdadera pasión era el ciclismo y el boxeo. Viendo los arbitrajes de Diego Rojas comprendió que su futuro estaba en el boxeo. Estudió con ahínco el reglamento pugilístico y superó todas las pruebas pertinentes para ser árbitro de boxeo. Su primer combate lo dirigió en 1964. A partir de esa fecha, su carrera deportiva iría enlazando éxitos tras éxitos.Recorrió toda la geografía española, en cada sitio que arbitraba explicaba con orgullo que era de Melilla. Visitó los cinco continentes con su profesionalidad y maestría, sus arbitrajes eran tan buenos que fue uno de los árbitros más respetados del circuito. Arbitró en ciudades como Nueva York, Altlanta, Moscú, San Persburgo, Atenas, Londres, París y Zurich, entre otras.
Su gran noche fue en el Madison Square Garden neoyorkino. Este es un lugar emblemático, la meca del boxeo, lo mismo que la meca del cine es Hollywood. En este escenario majestuoso arbitró el Campeonato del Mundo, el 23 de marzo de 1996. Era muy respetado por el magnate de boxeo Don King, el legendario George Foreman y el mítico Floyd Patterson. En 2002 dirigió su último combate, que en cifras totales fueron 2.232 por todo el mundo.
D. Manuel de Casas Martínez tuvo muchísimos reconocimientos a su excelente profesionalidad. Fue distinguido con la Medalla de Oro al Mérito Deportivo por la Real Federación Española de Boxeo, hecho ratificado por el Consejo Superior de Deportes en la época de Jaime Lissavetky. Este extraordinario deportista melillense ha tenido muchos reconocimientos, pero le falta el más importante: el reconocimiento de su memoria en el callejero melillense. Así las generaciones venideras reconocerán el esfuerzo individual y que se pude llegar a la cúspide siendo de Melilla.
Personaje del Deporte Melillense en 1995 a petición de la la Asociación de la Prensa Deportiva. Mi amigo Manolo fue una extraordinaria persona, muy sencillo, muy correcto, muy amigo de sus amigos, nunca tuvo ningún problema con nadie y fue muy querido por todos los que le conocimos. Fue un excelente militar y con una familia maravillosa.
Melilla lo era todo para él, siempre presumió de esta ciudad allí donde estuviera. Por eso, creo que los deportistas y sus federaciones podrían sumarse a esta petición. El consejero de Deportes podría recoger esta iniciativa y capitanearla. Además, todos los recuerdos, galardones y trofeos, que son muchos, podrían ser el inicio del Museo del Deporte melillense como quiere hacer el consejero.
En Melilla, que yo sepa como aficionado, los deportes colectivos no nos han llevado a la cima del conocimiento, mientras los deportes individuales o personales han triunfado, como el caso que nos ocupa, como actualmente Luismi Narváez, Edu Calderay, Yousef Kaddur, Lorena Asensio, Borja Garcés, Munir Mohamed, Azul Sánchez, Cristina Muñoz, Ismael Jamali, Valentín Volpe, etcétera. Creo que apoyar a estos deportistas es más reconfortante que a otras disciplinas.
José Megías: “Pienso que todo el deporte melillense debería de apoyar esta propuesta”
José Megías, respeonsable de esta iniciativa, señaló que “pienso que todo el deporte melillense tendría que apoyar la iniciativa de reconocer al ilustre melillense, D. Manuel de Casas Martínez, y que su memoria permanezca en el tiempo con el nombre de una calle, una plaza o un recinto deportivo. Creo que serviría también como reconocimiento de todos los boxeadores de nuestra ciudad. Esta propuesta la puede hacer suya cualquier persona o institución que la comparta”.
