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Buenos días

Nunca fui franquista

Se conoce que alguien ha leído algún articulo mío sobre la política, y por las buenas, me tacha de franquista. Lo dijo Blas, punto redondo. En fin me explico.

Con 14 años comencé a trabajar y entre las chapuzas que tenía que hacer después de mi horario de trabajo para poder ampliar en algo mi salario, los amigos y las novias, nunca tuve…
… tiempo de pertenecer a otra cosa que no fuera eso. Asistía a los Concursos de Formación Profesional Obrera del F.J. porque era un manitas y siempre me llevaba algún premio (3 veces primer premio en Melilla de soldadura y chapistería. Una en Andalucía. Puerto de Santa María…) y también me daba la oportunidad de asistir en verano a algún Campamento (Alfaguara Granada. Vigil de Quiñones, Marbella. Covaleda. Soria)… que era una forma de veranear gratis, hacer amigos, pasarlo bien y aprender canciones bonitas, como “Montañas Nevadas" que decía:

"Montañas Nevadas
Banderas al viento,
El alma tranquila
Nos hace vencer.

Al cielo se alza
La firme promesa
Y hasta las estrellas
Se encienden en mi fe"…

Cuando estoy deprimido, todavía la suelo tararear, pues me trae a la memoria a aquel chaval, alto y seco de 17 años, que fumaba "Toledos", bebía tinto con sifón, bailaba boleros y aprendió, que las banderas tenían que estar solo al viento y no en la cabeza de nadie. Por eso, nunca fui "franquista". En realidad no sabía lo que era eso. Algunos decían que era una "dictadura". Yo me reía -siempre se suele reír uno a esa edad- y preguntaba cual era "la Dicta-blanda", recordando a aquellas comadres que llamaban a las putas de la Calle Mar Chica "mujeres de la vida", porque tal vez ellas se consideraban mujeres de la muerte.

No. Nunca fui franquista. No necesité serlo. Ni para bien ni para mal. Era lógico. Tenía amigos. Trabajábamos. Chateábamos. Cantábamos tangos e incluso a veces teníamos dos novias a la vez. Una en Cabrerizas y otra en el Real, en una ciudad pequeña, pero limpia y protegida, que te daba opción a venir andando de un barrio a otro, en verano, cuando la Coa había salido de la Plaza de España en su último viaje del día.

No. Nunca fui franquista. Por lo tanto no me gustaría serlo ahora, con lo que ha llovido al menos en mi vida. Por eso Cuando miro la verdad de Melilla… Cuando veo lo que veo en este país. Oigo lo que oigo en esta Tele política. Me hace pensar lo que pienso y me viene a la memoria aquello que decía mi abuela Ana, que además de mujer liberal era numantina: "Otros vendrán, que bueno te harán".

Y es que hoy, los que dicen mandar, no paran de hablar mal del franquismo, incluso gente que comió de él, y sin embargo, con sus comportamientos, están haciendo que la mayoría de la gente como yo, sin ser franquista, al menos lo añore. En algunas cosas. De verdad.

Buenos días y Buena suerte

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