Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Atril Ciudadano

Maestro de tiza y pizarra

Es curioso esto que nos ocurre con las estaciones del año, basta con que algún medio de comunicación informe que ha llegado el otoño para que un hecho aparentemente tan desapercibido climatológicamente nos trastorne y nos llene de nostalgia y recuerdos. Y así, personalmente a un servidor le da por recordar a quienes marcaron su vida profesional y, con ello, su vida entera. En más de una ocasión he tenido la oportunidad de asomarme modestamente a las páginas de un diario para hablar de quienes fueron “Mis Maestros” y en esta ocasión con razones que me sobran voy a hacerlo sobre Don José Ángel Fernández Peña, maestro, profesor, compañero, amigo y todo un referente para quienes ejercemos la bendita profesión docente cumpliendo ya “algunos muchos” trienios.

Todavía no consigo dejar de asombrarme cuando a diario compruebo el gesto casi desesperado de un compañero buscando al maestro TIC porque “…la pizarra digital no funciona….no tengo conexión a Internet…. me ha desaparecido un icono …” u oyéndoles decir “…con 30 alumnos no se puede trabajar….” y no consigo hacerlo por culpa de, entre otros, Don José Ángel, que siempre formó parte de un grupo de maestros y maestras melillenses a los que yo cariñosamente denominé “los pata negra de la tiza y la pizarra”. Hombres y mujeres que por su buen hacer daban, dieron y darán prestigio a una profesión. Maestros que por aquellos años 70 y 80 ejercían el Magisterio con más de cuarenta alumnos, con pupitres de los años sesenta y en colegios donde roperos y cuartos de aseo se habían adaptado como aulas….. A todo lo cual habría que añadir una ordenación administrativa absolutamente desfasada, jerarquizada igual o más que ahora, con una formación continua inexistente en la Ciudad y unos recursos …que no pasaban de la escasa y controlada tiza ( de la gorda) y una pizarra….mayormente deteriorada y con “más mili” que Cascorro.

Ante tan calamitosa situación, maestros como Don José Ángel disponían de un amplisimo repertorio de recursos ingeniosos muy didácticos de “fabricación propia”, de un manejo de la tiza y la pizarra que la convertían en un instrumento “…en 3D” y, sobre todo, de una forma de comunicación, de un habla, de un lenguaje, un buen hacer, de un ejemplo y un estar al lado de sus alumnos ganándose el respeto, el cariño y la admiración que tanto echamos de menos en la escuela actual. Hoy, tan dados a poner nombres con mayor o menor acierto, hablaríamos de que era un experto en Educación Emocional.

Por otra parte, este “maestro de tiza y pizarra” tenía lo que me atrevo a calificar como “ansia por aprender”, por disponer de una formación cada vez más rigurosa para ser útil a sus alumnos y servir a la sociedad. Ya con sus años, Don José Ángel, hizo la licenciatura en Pedagogía o Ciencias de la Educación quitándose muchas horas de ocio y de dedicación a su propia familia y si era un ejemplo de maestro, en la UNED lo fue primero como alumno y posteriormente como profesor de la misma. Un lujo para esta Ciudad tan justa de recursos humanos y tan injusta en reconocerlos.

En su curriculum ganó su plaza como Maestro Nacional y en otras difíciles oposiciones sacó plaza para aquellos prestigiosos colegios de Prácticas. Fue también de los primeros en llevar a las aulas la informática, adelantándose en al menos 20 años a quienes después la considerarían el santa santorum de la Educación… Y es que han sido 48 años de servicio a una sociedad formando a niños y jóvenes, ¡ ahí es na! que diría el castizo.

José Ángel conoció no sé bien cuantas leyes educativas, no sé cuantos directores provinciales, no sé cuantos ministros de Educación. Todos pasaron. Él siguió ejerciendo su docencia con atinado saber dejando en sus alumnos un reconocimiento que perdurará para siempre y en sus compañeros un ejemplo que muchas veces ha sido nuestra mejor referencia.

Pasó por la Enseñanza Primaria, vivió y participó plenamente aquella magnífica EGB y se jubiló en el IES Enrique Nieto en Educación Secundaria. Las aulas de todos los niveles, desde los más elementales a los universitarios abríeron sus puertas de par en para quien las enriquecía con su forma de entender la Educación, la Enseñanza, la Formación. Más de una vez sonó su nombre para un cargo de responsabilidad en la administración educativa….. pero era demasiado independiente y, sobre todo, demasiado responsable, apasionado y comprometido con su profesión y sus alumnos.

Hoy, Don José Ángel, disfruta de una merecida jubilación, incluso le han dado un modesto homenaje recientemente como antiguo profesor de la UNED….pero, con todo respeto, soy de los que piensan que personas como él tienen todavía mucho que aportar y decir y que es una pena no aprovechar sus conocimientos y su experiencia…. pero éste es el sistema educativo que nos toca sufrir en este país.

Sé que estas modestas letras no son el homenaje que Don José Ángel se merece, pero también sé que muchos amigos y compañeros las apoyarán y mostrarán el cariño, el respeto y la admiración que este Maestro ( por favor, señor tipógrafo, con mayúsculas) se ha ganado a lo largo de una fecunda vida humana y profesional.

Ahora, sólo nos resta saber que le tenemos a nuestro lado para recibir de él , la ayuda, la palabra oportuna, la frase acertada, el consejo sereno …. y esta vez, estimado amigo, si no te importa dejemos la tiza y la pizarra en el aula y hagamos de nuestras vidas el aula que siempre quisimos que fuera.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€