La celebración de la cuarta edición de la Carrera Africana trajo consigo una afluencia de turistas tan enorme que provocó que los hoteles de la ciudad estuvieran a rebosar así como la inmensa mayoría de restaurantes así como cafeterías y bares por dónde discurría la competición. También los establecimientos comerciales notaron los beneficios de la disputa de esta prueba legionaria, subiendo sus ventas. Y es que un evento como la Carrera Africana es un "huevo de oro" que no se puede dejar perder.