- ¿Qué te pasa?
- Desde luego que no hay derecho. No sé a dónde vamos a llegar. Hasta los niños se van a la huelga.
- ¿Los niños? ¿Qué niños?
- ¡Yo que sé! ¡Los niños de las escuelas!
- ¿Los niños de las escuelas? Me parece que estas equivocado como siempre.
- ¡Que no hombre, que no!, que yo he oído en la Tele, que los “empleados de la banca” se van a la huelga.
- ¿?.. Pero de lo que tú no te has enterado, hijo mío, es que vamos a tener un coche que anda por el sol.
- ¿Y por la sombra no?
- A la sombra vamos a ir todos, como esto siga asi. En el Japón ya van con mascaras por la calle.
- Con razón están tan amarillos.
- El agua embotellada está más cara que el vino, y ahora por si faltaba poco, un español dice que ha inventado un coche que anda con energía solar.
- ¿Y qué? ¿Eso no es bueno?
- ¿Tu lo ves bueno Anselmo? ¿No te das cuenta de que como esto sea verdad, el sol nos lo quitan?…Y como nos quiten el sol…
- Vas a tener que tirar las gafas oscuras… ¡No te preocupes hombre! Tú verás cómo no es para tanto. De pronto esto se calla, como el motor que andaba con gaseosa y la turbina que funcionaba con pan duro
- Tú dirás lo que quieras. Yo por si acaso, voy a tomar todo el sol que pueda gratis, por si lo embotellan y te lo venden más caro que el butano. El otro día, sin ir más lejos, un currante le decía a un consejero aconsejador de los que aconsejan: ¡Por favor D. Matías!
- ¿Don Matías?
- Don Matías. Deme por favor, tres metros cúbicos de aire, que estoy asfixiado de trampas.
- ¿Y Don Matías que decía?
- Pues eso. Ponía cara de buena persona y le decía: ¡Hombree, tres metros cúbicos! Tus pulmones no son los de Marta Sánchez, pero en fin, veré lo que puedo hacer.
- Es que Don Matías es muy buena persona.
- ¡Buenísima! Tiene que serlo. Come cosas buenas. Viste ropas buenas. Vive en casa buena. Cobra sobres buenos… ¡Fuma puros buenos! En fin, debe ser bueno, porque esta inoculado por lo bueno.
- De lo cual se deduce que el cielo es también la tierra. ¿No?
- ¿Y qué te hace suponer eso a ti, pequeño hijo de la niebla?
- Hombre. Sencillamente, lo que le pasaba a Elvira. Que la pobre era tan tonta, tan tonta, que tenía que buscar a una vecina, cada vez que quería hacer una tortilla.
- Pobrecilla.
Buenos días y a no desesperar