Un padre y su hijo denunciaron que estaban en la frontera de Beni Enzar cuando un individuo rajó el pantalón del primero y, a punta de navaja, le sustrajo el teléfono móvil. El acusado, por su parte, no reconoció los hechos y defendió ser inocente. Tras escuchar todas las declaraciones en la vista que tuvo ayer lugar en el Juzgado de lo Penal número 2, el Ministerio Fiscal solicitó para el individuo una sentencia condenatoria con una pena de cuatro años de prisión. El Ministerio Fiscal solicitó para el acusado por un delito de robo con violencia una pena de cuatro años de prisión. Los hechos que se le imputaron en el Juzgado de lo Penal número 2 supuestamente tuvieron lugar en marzo de 2013 en las inmediaciones de la frontera de Beni Enzar.
Según denunciaron un padre y su hijo, éstos estaban por la zona comprando verduras cuando el acusado captó la atención del mayor. Según relató éste último, iba cargado con bolsas cuando el procesado le empujó, le rajó el pantalón con una navaja y, acto seguido, procedió a robarle el teléfono móvil. Después, huyó. “Mi hijo salió corriendo detrás de él”, continuó el testigo perjudicado. Al preguntarle la fiscal si estaba seguro de que el acusado era el verdadero autor de los hechos, el hombre respondió que “sí”, manifestando que “este hombre no se me va a olvidar en la vida”.
Por su parte, el hijo relató que iba a unos cuantos metros de su padre cuando le escuchó gritar. “Al darme la vuelta vi a este hombre con la mano en el bolsillo de mi padre y una navaja en la otra mano”, declaró. Según su versión, comenzó a perseguir al supuesto ladrón ya que “mi padre no podía defenderse porque iba cargado de bolsas”.
Los agentes de la Policía Nacional que intervinieron testificaron que interceptaron al acusado cuando lo vieron huir mientras el padre y el hijo gritaban detrás suya “al ladrón”. Según relataron, encontraron el teléfono móvil de la víctima al cachear al procesado, aunque señalaron que no encontraron rastro de la navaja.
El acusado negó la mayor y aseguró que no se le encontró ningún teléfono móvil.
Tras las declaraciones, el Ministerio Fiscal solicitó la sentencia condenatoria para el imputado, argumentando que había quedado comprobada la veracidad de la declaración del denunciante, ya que coincidía con la de su hijo y los agentes de la Policía Nacional que intervinieron tras el presunto robo. El letrado, por su parte, apuntó a la presunción de inocencia de su defendido y pidió para él una sentencia absolutoria. Finalmente, la magistrada declaró que el caso quedaba “visto para sentencia”.
