Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

La columna de Salido

La nostalgia llama a tu puerta

Cuando un domingo te levantas con la resaca del cansancio de tu trabajo de la semana (quien lo tenga), pensando en el lunes, caes en la cuenta de que el presente te aprieta y el futuro te da miedo. En ese preciso momento, la nostalgia llega sin avisar y voy hacia mi enorme caja de cartón donde guardo mis fotografías, miles de fotografías, las de mis años 50 y 60 en Melilla,…

…algunas incluso anteriores de mis padres, las de toda la vida, con mi novia, amigos, vecinos, mis hermanos y luego de cada nacimiento de los cuatro nuestros, así como han ido creciendo. Ahora toca más fotos y videos de los nietos. Cierro los ojos y saco una cualquiera al azar, la miro, la huelo, la beso, miro la fecha, diciembre de 1969. Caprichosa, la nostalgia que como dije antes, llega sin avisar, ya sea a través de una taza de café, de té, o en una fotografía, en la letra de una canción o en los colores del cielo al amanecer, atardecer o anochecer.

A veces, con buenos recuerdos, jugando con otros niños en nuestro barrio, en nuestra calle de ese Monte María Cristina de aquellos años de mi niñez y adolescencia, jugando a la pelota, al “chichimonete” o a las querías (un agujero en el suelo de tierra de entonces y a quedarte las “perras gordas” que colabas o aquellas chapas de refrescos chafadas), estos dos juegos últimos me los recordó hace muy poco por facebook un buen amigo melillense, como yo, Alonso de apellido. Al trompo, piola, cuatro esquinas, el pañuelo. Comprar polos de chocolate o coco de aquellos que refrigeraban en la tienda de Juan en una cubitera normal de cubitos de hielo, pinchados los trocitos con un palillo/mondadientes. Recordando cuando nos llamaban nuestras madres para comer, nada de móvil (no existían)… ¡Antoñínnnnn, Rafalínnnn, Manolínnnnn! Y así todos los días, maravillosos recuerdos, como al atardecer casi todas las vecinas allí en la acera con las sillas rudimentarias de entonces, hablando y charlando amigablemente, posiblemente de nosotros, sus hijos, sus maridos que aún estaban trabajando, de la radionovela que acababa de finalizar de Guillermo Sautier Casaseca, Juana Gindo, etc., y el anuncio del Cola Cao cantado. Otros recuerdos muy tristes, aunque más adelante, como el fallecimiento de nuestros seres queridos.

Todos estos recuerdos intento recibirlos con los brazos abiertos porque me trae ese pedacito de mí, ¡Qué caprichosa la nostalgia!, unos de los sentimientos posiblemente de los más raros que existen. A veces me provocan una resanción muy agradable y otras me suponen una inmensa tristeza. Pero sea del tipo que sea, la nostalgia siempre es una forma de vida que me lleva a no olvidar, pensar que no solo estoy vivo sino que también a través de mis recuerdos vivo una segunda vez.

Cierro mi caja de cartón, llena de fotografías, olores y recuerdos. Puede ocurrir mayormente durante la Navidad, también cercana la Semana Santa como va ocurrir dentro de pocos días, durante las vacaciones de verano cuando los que estábamos fuera las pasábamos en casa de nuestros padres en vida. Ni esa Navidad, ni Semana Santa, verano, ya nunca serán las mismas. Ni para mí, ni para las familias que han perdido a sus seres queridos, ni para las mujeres que sufren ahora violencia machista (cobarde añadiría yo), ni para los que han perdido sus trabajos por la crisis, peor aún los de cierta edad avanzada, ni para los que reciben la noticia médica de una terrible enfermedad…Caprichosa la nostalgia, sea el tiempo que sea.

Acabando de escribir esto, posiblemente en este momento estén interviniendo por segunda vez a uno de mis hermanos en la capital malagueña, de próstata, al parecer, en la primera no salió todo lo bien que se esperaba. Suerte y que el doctor que te atiende acierte bien en extirpar lo malo que te molesta. De todo corazón, hermano Rafa, que Dios te de toda la salud que tu, y todos los que te queremos deseamos, en especial, tu compañera y esposa de toda la vida, Ani.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€