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Tribuna abierta

La humanidad del Sr. Guillermo, coordinador de Eulen Melilla

Soy trabajador en el centro Gámez Morón, llevo casi ocho años de servicio, siempre he respetado mi puesto de trabajo y su horario, mi trabajo siempre ha sido completo y limpio, sin incidencias en mi tumo, nunca he tenido baja médica a lo largo de este tiempo, cosa que Guillermo no valora.

Desde el 20 de mayo estuve solicitando mis tres días de asunto propio a la gerente del centro, el 25, 30 y 31 de mayo, el 25 de mayo me pertenecía por ser interventor del PP en la mesa electoral y me respondió a última hora de mi turno, informándome que se me ha concedido solo el 25 y 31 de mayo y que no se me puede dar más, sabiendo que tengo vacaciones del 1 al 15 de junio, y la empresa abandona el centro el 15 de junio, y entra otra.

El 25 de mayo me entero que mi tío está hospitalizado entre la vida y la muerte en Bélgica, fui a la oficina para hablar con el Sr. Guillermo, coordinador de los trabajadores de Eulen en el centro Gámez Morón, le comunico el caso a medicación de su secretaria, estuve media mañana esperando para que después no me atendiera.

El 26 de mayo le entrego un volante de solicitud de los días 30 y 31 de mayo y no obtuve respuesta. El 27 le entrego un escrito para ir lo más antes posible a Bélgica para ver a mi tío y tampoco me atendió.

El 28 le entrego un escrito de fallecimiento, el 29 un escrito de entierro que llega a Marruecos el 30 para enterrar y sigo sin que me atienda, cada día pierdo media mañana para verlo, todavía no lo he visto hasta la fecha, como me ha tratado el Sr. Guillermo, porque soy español y al ser llamado Med no me pertenece nada.

Pobre mi tío me he criado con él, me ha dado estudios, me ha ayudado en muchas ocasiones porque yo soy huérfano de madre y padre desde los cuatro años, durante más de 40 años lo recibía en el puerto y aeropuerto de Melilla o de Marruecos y cuando murió no pude recibirlo en el aeropuerto de Nador el día 30 de Mayo para enterrarlo, porque el Sr. Guillermo quiere y me obliga a perder dos días de asuntos propios.

Anteriormente perdí una cita del médico de cabecera y otra del urólogo que llevaba un año esperando y tuve que cambiar el tumo con mi compañera.

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