- ¿Qué estás leyendo?
- Este libro de inventos.
- ¿Libro de inventos?. Para qué, si ya están inventados. ¿No comprendes?
- Comprendo. Lo que no comprendo es que tu vayas a ducharte esta semana, cuando te ducharte ya el mes pasado.
- Muy fino…
- Fino es lo que cuenta este libro.
- ¿Qué cuenta?
- Pues cuenta, que uno de los inventos más geniales del hombre, además de la rueda, la luz eléctrica, el motor y el cerdo…
- ¿El cerdo?…
- Bueno el cerdo no es un invento, pero el hombre ha contribuido en gran manera a inventar (lo que había dentro de él, como el jamón, el chorizo y todo eso de la “rica cocina” a pesar de la colesterina) es…La Fregona…
- ¿La Fregona?…
- La Fregona ha sido uno de los grandes inventos de este tiempo…La Fregona.
- ¡ La Fregona ¡…¿Porqué?
- Porque millones de personas han dejado de padecer de la espalda y de las rodillas.
- Eso si es verdad.
- Claro que lo es. Por eso mismo, hace falta una política “fregona”.
- Ya estamos con la política. Que tendrá que ver ahora la política con los inventos…
- Lo tiene que ver todo. Los inventos surgen de los inventores, para la sociedad. Y esta sociedad por regla general, se encuentra politizada, ¿No?
- Si ¿Y qué?
- Pues eso, que ese invento debe convertirse en política.
- No entiendo.
- Está claro. Hace falta una política “fregona” que levante y ponga de pie a esa clase, siempre arrodillada, que ha sido y es la clase trabajadora. Cuando trabaja y cuando se jubila con salarios miserables y pensiones injustas. Ya está bien de políticos administradores que siempre, aunque no hallan cogido un cubo en su vida para limpiar el suelo que pisan, y muchos pisotean, se erijan en maestrillos, sabihondos, mecenas y dadores de derechos, aunque ellos suelen estar torcidos, y retribuciones aunque ellos, del león siempre se lleven la parte. ¡Ya está bien de amamantar y consentir a esos devoradores de la equidad, la justicia y el reconocimiento de los derechos y valores ajenos, escudados siempre en su razón, que no es otra, que el monopolio de la honradez; la prepotencia del “yo único”, las ridículas jaculatorias de sus realidades.
Hace falta una política “fregona” que además de levantar a esa clase, “sirva también para limpiar la casa, que falta le hace”.
Buenos días…