Una vez acabado el solemne acto de la toma de posesión de un cargo gordo, el cual ha sido retransmitido por todos los medios informativos con bombo y platillo, ya que en el se encontraban nada más y nada menos que todos los que controlan, dirigen, ejemplarizan y sostienen no solo la vida de un país, sino también la verticalidad de unas conductas y la economía de unas distribuciones, ejemplarmente distribuidas, según sus propias teorías,…
… las cuales son, precisamente las que se dejan entrever en sus propios juramentos. Por ello se deduce, que suelen tener una conciencia muy personal, ya que siempre suelen dar más a quien le interesa, aunque tengan más que suficiente, y no a quien lo merece y por regla general, más lo necesita.
Honor, pues, según la Leonor, que es la mujer del homenajeado ahora más importante y con mayor retribución económica, una vez terminado el ágape y estando algo chispa por pasarse un poco en el champán rosado, escuchen el dialogo que mantenía con su cónyuge, en la intimidad de su hogar con aire acondicionado y en paños menores Ella le decía a el, con cierto retintín.
- ¿Cómo dijiste?…… ¿Juro por mi conciencia y honor? ¿No?
- Si… ¿Por qué lo peguntas?
- No, Por nada Es que te salió muy bonito.
- ¿Y qué quieres que dijera?
- No. Si está bien. ..Juras por tu conciencia y honor… Claro. No ibas a jurar por tu madre, porque esta te hubiese dado dos bofetadas. Una para tu conciencia y otra para tu honor. ¿No te parece?
- A mí lo que me parece, es que a ti no te ha gustado que me hayan nombrado Consejero de la Consejería que aconseja. Ahora te pones muy bien puesta, pero prefieres el champán rosado a la cerveza…El caviar y el marisco…los desfiles de modelos…los fines de semana a Paris… Las cenas en el Zalacain, para ver al Rajoy y a la Esperanza…
- ¡Nooo! Si estamos de acuerdo. Más vale que lo “trinques” tú que otro… ¡Pues anda que no hay gente en la “cola”, con la conciencia y el honor preparados!
- Entonces: ¿De qué te ríes?
- Me hizo gracia la cara que pusiste cuando decía aquello de.: “Juro `por mi conciencia y honor”. Te temblaba el bigote… Ja…Ja ja….
- La cara que tengo. ¿Qué cara querías que pusiera? ¡No te jode!
- Naturalmente. La cara que tienes. ¡La cara de tu conciencia y de tu honor!…Ja, ja.
- Déjate de cachondeos. Que tienes muchas ganas de cachondeos. ¡Y túmbate ya de una vez!
Buenos días…. ¿y qué?