Estamos en el camino porque los resultados demuestran que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, junto con la Policía Local, están trabajando duro para que Melilla siga ganando terreno a las infracciones penales. Pero hay que hacer más para que la población recupere la tranquilidad que ha perdido El Ministerio del Interior publicó ayer un nuevo balance de criminalidad, correspondiente a la primera mitad del año. Melilla está de enhorabuena, pues los datos son buenos. A diferencia de otros balances anteriores, en los que había picos de sierra con descensos y aumentos entre las diferentes infracciones penales, en este último, que abarca entre enero y junio, nuestra ciudad registra una bajada generalizada. De hecho, todos los indicadores de criminalidad han disminuido respecto al mismo periodo del año pasado, a excepción de uno, la sustracción de vehículos, que sube casi un 21%.
La comparativa con el pasado año arroja un descenso del -25% en los homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa, y del -19,2% en los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria. Asimismo, registra un decrecimiento del -16,1% en los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones; porcentaje que decrece hasta un -23,3% en los robos con fuerza en domicilios. También se registran descensos de hasta un -3,4% en los robos con violencia e intimidación y del -16,3 en los hurtos.
Son datos buenos que cifran en un 5,2% la bajada de las infracciones penales, lo que se suma a otro buen dato, como es el esclarecimiento de delitos, que sube un 4,4%. Esto se debe, sin lugar a dudas, al enorme esfuerzo que realizan nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la Policía Local, que pese a la falta de recursos técnicos y humanos, que es motivo de reivindicación continua, dan lo mejor de sí mismos y eso se traduce en unos buenos datos como los que ayer se dieron a conocer.
Sin embargo, es necesario no bajar la guardia y seguir en este camino porque como suele pasar con otros problemas que sufre Melilla, cuando la comparación se hace con la media nacional, nuestra ciudad sale perdiendo. El índice de criminalidad se situó en el primer trimestre en 54,7 delitos y faltas por cada mil habitantes tras bajar en un punto respecto a 2016 y en casi 7 en comparación con 2011. Es una buena noticia, pero no hay que perder de vista que Melilla sigue estando por encima de la media nacional en este sentido, para ser exactos en 11,4 puntos, ya que la tasa de criminalidad en España es de 43,3 delitos y faltas por cada mil habitantes.
Estamos en el camino porque los resultados demuestran que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, junto con la Policía Local, están trabajando duro para que Melilla siga ganando terreno a las infracciones penales. Pero hay que hacer más para que la población recupere la tranquilidad que ha perdido, como el propio consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, reconoció a principios de esta semana al afirmar que existe una sensación de inseguridad entre los melillenses y que ésta ha ido en aumento en los últimos años, por lo que se incrementará la presencia policial en las calles para que disminuya. Y es que pese a los buenos datos, los avances pueden resultar escasos en una ciudad donde tantas veces al año salta el debate de si es o no segura.
