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«¿Está el enemigo? Que se ponga» (Gila)

José Megías Aznar – [email protected]

La famosa, la deseada, la esperada RAN ha pasado por nuestras vidas con más pena que gloria. Ha sido una decepción para todos. Está claro que nuestro futuro no está nada de nuestro lado. Las conquistas nunca han sido regaladas.
Pensaba titular este artículo “Bienvenido Míster Mohamed VI”. A Pedro Sánchez se le ha tenido que poner la cara como a José Isbert en “Bienvenido, Mr. Marshall”. En esta película, un pobre y olvidado pueblo español que vive sumido en la rutina se revoluciona cuando anuncian que llegará un comité diplomático estadounidense. Todos los vecinos esperan beneficiarse del Plan Marshall y hacen una lista de peticiones.
He optado por el de Gila porque me parece más contundente con lo que no está pasando con nuestro vecino del sur. Siempre hemos sabido los melillenses y todos los españoles que Marruecos no es nuestro “buen” vecino.
La situación vivida en esta RAN me ha recordado la Conferencia de Algeciras de 1906, donde todos los imperialistas económicos se querían repartir Marruecos.
Ahora parece que ocurre a la inversa. Marruecos decide lo que quiere, pero el imperialismo económico es el mismo. Según, nuestro ministro de Exteriores se ha conseguido “reforzar el «partenariado económico» al abrir la puerta a un plan de inversiones que tiene Marruecos de 45.000 millones de euros en sectores en los que España tiene mucho que aportar, como el saneamiento de agua o el ferroviario”. No es lo mismo que en la Conferencia de Algeciras, pero se le parece mucho el botín de 45 mil millones de euros. Nuestra economía al lado de esta cantidad es insignificante. España recibirá las migajas y Francia las tajadas.
«¿Queremos volver a tiempos de choques como el de Perejil? Yo creo que es mucho mejor en estos momentos, y siempre, la cooperación, la amistad, el respeto mutuo y el beneficio mutuo, las no acciones unilaterales con nuestros vecinos, sobre todo con aquellos con los que tenemos una frontera terrestre. (Marruecos dice a la ONU que no tiene frontera terrestre con España) ¿Se imaginan esas palabras del Partido Popular hacia Portugal o hacia Francia?», se ha preguntado el ministro Albares.
No, señor ministro, no queremos volver a Perejil (PP), no queremos la invasión de Ceuta (PSOE). Queremos una aduana que fluya en las dos direcciones y usted nos está ninguneando. Mejor dicho, usted es el ninguneado por parte de Marruecos, ya no se acuerda lo que le dijo a El País que se abriría en enero, pues estamos en febrero y seguimos “Esperando Godot” (otro buen titular para este artículo) y el expreso de medianoche (la RAN) ha pasado de largo. Ahora dice que no concreta la fecha la reapertura de la aduna por seguridad. “No queremos avalanchas ni contrabando”. Qué alegría tener un ministro que responde lo que se le ocurre, como los Hermanos Marx.
Me parece usted un diplomático poco serio cuando inmiscuye a Francia y Portugal en este debate. Que yo sepa, Portugal no se ha intentado apropiar de Olivenza (perteneció al Reino de Portugal) ni Francia ha invadido Llívia (territorio español dentro de Francia). Ni pesa sobre ellas el ánimo anexionista irredento. Marruecos es diferente, señor ministro, como España con Franco era diferente. Marruecos es un Estado autoritario y teocéntrico, donde la libertad no es algo de lo que pueda presumir. Portugal y Francia, sí. No quiero perder el tiempo con las simplezas que han dicho Sabrina y Gloria, sus argumentos tienen menos fundamentos que si los dijera sor Citroën.

«¡Cuán largo me lo fiais, amigo Sancho!» o Sánchez.
Después de más de cuatro años de la aduana comercial cerrada, sabiendo que se cerró para estrangular la economía melillense, ¿piensan ustedes que se abrirá con normalidad? NO. El objetivo de nuestro falso amigo y vecino no tiene ningún reparo en conseguir lo que quiera y volverá a tomar las medidas que le vengan en gana, a pesar del tratado de buena vecindad.
Mi pregunta es: ¿Nos vamos a quedar impasibles los melillenses a que otros nos resuelvan nuestros problemas o vamos a coger el toro por los cuernos?
Es hora de exigir y manifestarnos contundentemente en defensa de Melilla. Sé que lo que voy decir necesita una profunda reflexión de todos, pero no tenemos mucho tiempo para seguir esperando y confiando en el destino de la bondad maniquea.
1.- Tomar la decisión de ser espacio Schengen. Área que comprende a 27 países europeos que han abolido los controles fronterizos en las fronteras comunes, también conocidas como fronteras internas. Situando nuestra frontera tan solo con Marruecos no tendríamos que tener controles cuando viajamos a la península.
2.- Entrar en la Unión Aduanera, donde el área de circulación de libre comercio, estableciendo aranceles el frente a terceros. Esta situación nos podría conllevar perder alguno de nuestro marco fiscal actual, o no. Pero es preferible renunciar a algo para ser frontera exterior de la Unión Europea. Así no sería el gobierno de España quien negociara con Marruecos, sino toda la UE. Y su vigilancia le correspondería al FRONTEX (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas).
Estas dos exigencias serían irrenunciables. Así tendríamos una auténtica frontera europea con Marruecos y no dependeríamos de su arbitrariedad.
Los melillenses tendríamos que tener el valor de defender a Melilla con nuestra presencia en la exigencia de estos acuerdos para que fueran eficaces en el plazo máximo de 6 meses. Mientras tanto, tomar la determinación de cerrar la frontera con Marruecos, porque para lo que nos sirve actualmente…
Pero esto tan solo se consigue con la unión y la reivindicación colectiva. Como Fuenteovejuna.
Termino con Miguel Gila, “si está el enemigo ahí, que se ponga”.

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José Megías

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