Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

En el centenario del asedio a “Tifaruín, El Annual… que se evitó” – Capítulo II

CANO 1

EL ASEDIO A TIFARUÍN

El capitán Sebastián Vila Olaría, primer Laureado por Tifaruín. Pocas fechas antes de que cesara el general Martínez Anido en el mando de la Comandancia General de Melilla, volvió el enemigo a tomar la ofensiva atacando briosamente el frente Farha-Tifaruín-Afrau. Sobre la caída de la tarde del día 15 de agosto, se observó cierto movimiento rebelde en los alrededores de Tifaruín, comprobándose poco después que unas alturas dominantes de la posición, habían sido coronadas por individuos de la harca enemiga. Los trabajos de la pista de Afrau a Tifaruín que comenzó a construirse el mes anterior, también quedaron paralizados al ser hostilizados desde las alturas próximas. En esta campaña quedaron señalados para siempre los días de los defensores de Tifaruín, ocho días en los que la gloria eclipsó a la tragedia.

Miércoles 15 de agosto: Al poco de anochecer observan una gran concentración enemiga en las cercanías de Tifaruín. Desde la posición ven cómo los rebeldes se establecían en todas las alturas dominantes de los alrededores.

Jueves 16: Durante el día el enemigo no da señales de vida. De noche tirotea intensamente la posición y de madrugada se comprueba que la comunicación telefónica entre las posiciones de Farha y Tifaruín está cortada. Un destacamento intenta reparar lo que se supuso avería, pero al llegar a una loma próxima desde donde se realizaba diariamente la descubierta para proteger el servicio de aguada, éste es atacado, obligándolo a replegarse sobre la posición con siete heridos.

Se siguen observando movimientos del enemigo en las inmediaciones. La posición de Sidi Mesaud da cuenta de una gran concentración en el poblado de Abdeselam. Las posiciones de Tizzi Assa, Tizzi Alma y Tafersit son atacadas simultáneamente. No obstante, el enemigo no consigue ventaja alguna.

Viernes 17: Tifaruín queda totalmente cercada y aislada. Nueve mil harqueños atacan la posición y llegan hasta las alambradas. Los defensores los rechazan con bombas de mano. Se comprueba que el armamento de los atacantes es de procedencia francesa. El teniente García Rodríguez se presentó voluntario en el campamento de Dar Quebdani para tratar de restablecer la comunicación telefónica con Tifaruín. Salió con una sección la tarde del 17 y, bajo la protección de la primera Bandera del Tercio, intentó llevar a cabo el recorrido de la línea telefónica. Ante la oposición del enemigo, hubo de regresar toda la fuerza a Dar Quebdani, sin conseguir restablecer la comunicación con los sitiados, registrándose en el intento 55 bajas, de ellos los tenientes García Rodríguez, de Ingenieros, y Sánchez Ferreirós de la Legión (fue enterrado el día 2 de septiembre, presidiendo el duelo el jefe del Tercio teniente coronel Franco),  muertos, así como trece soldados más. Entre los heridos figuraban el capitán García Solano y el alférez Compayret. Sale en auxilio de éstas una columna al mando del teniente coronel Gumersindo Pintado, que intenta restablecer la comunicación telefónica, con orden de no empeñar combate de importancia, sino sólo lo imprescindible para llegar a Tifaruín. La columna estaba formada por:

-un batallón del regimiento de Toledo -una bandera de la Legión -una batería de montaña, y -servicios de óptica, sanidad y municionamiento.

Próxima a Farha, el enemigo, situado en las inmediaciones los recibe con un nutrido fuego que obliga a detenerse y pegarse al terreno. Mientras tanto, los defensores de Tifaruín tratan de romper el cerco atacando al enemigo para enlazar con la columna de socorro. Hay que evitar un combate mayor y la columna del teniente coronel Pintado recibe orden de replegarse sobre Farha. Esta acción se combina con otra desde Afrau por una mía de la Mehal-la de Melilla, mandada por el capitán Montero Cabañas, con la misión de descongestionar de enemigos el norte de Tifaruín. Sale a las ocho y consigue llegar a menos de un kilómetro de la posición citada, pero hubo de retirarse ante la presión del enemigo sin lograr romper el cerco. Cada hora que pasaba se hacía más difícil la situación en Tifaruín; hay en la posición muchos heridos, escasez de agua y de víveres. El calor empieza a poner en estado de descomposición los cadáveres de los mulos, que han de ser sacados fuera de las alambradas, tan lejos como permite el enemigo. La ración de agua de los hombres se ha reducido, la del ganado ha sido suprimida.

Sábado 18: Se decide que tres fuertes columnas avancen sobre el frente enemigo para llevar víveres, agua, municiones y material sanitario a Tifaruín. La operación comienza a las cinco de la madrugada, al mando del coronel Enrique Salcedo. La columna de la izquierda, mandada por el teniente coronel Gumersindo Pintado, estaba compuesta por las 1ª y 2ª Banderas del Tercio, Batallón de Toledo y Batallón de San Fernando. Seguiría el itinerario del crestón que desde Sidi Mesaud termina en las proximidades de Tifisuín, para proteger el flanco izquierdo de la columna central.

La columna del centro, al mando del coronel Seoane, la formaban los 2º y 3º Tabores del Grupo de Regulares de Melilla nº 2, Batallón de Galicia, Batallón de Asia, tres compañías de zapadores con material de fortificación, óptica y servicios. Debía seguir la pista que desde Farha va a Tifaruín y sería la que cumpliría el objetivo: Llevar el convoy hasta Tifaruín y restablecer la comunicación. La columna de la derecha saldría de Dar Quebdani, al mando del teniente coronel Olmos Fernández. La componían el 3º Tabor del Grupo de Regulares de Melilla nº 2 y el batallón de Valencia. Llevaría este itinerario: Desde Sidi Mohatar hasta Isummar y seguiría por la loma a la izquierda de Ibuseganen, para flanquear en dirección a Timayast, sin dejar la loma y batir la pista de Farha a Tifaruín.

Como reserva, quedaba en las proximidades del llano de Kadia el cuartel general y los batallones de Wad Ras, Ceriñola e Isabel la Católica.

La aviación cooperaría con sus fuegos desde el principio de la operación. A las ocho treinta se alcanza la línea Sidi Mesaud, Farha, Isummar, encontrándose mucho enemigo fuertemente agarrado al terreno y haciendo un gran fuego que apenas permite avanzar a la columna de la izquierda. A las once horas, el general Fernández Pérez se hace cargo del mando de la operación, pasando el coronel Salcedo al flanco izquierdo. Una hora después el coronel Seoane pide un batallón de refuerzo y detiene la marcha ante la comprometida situación en que se encuentra la columna centro.

Al avance de la columna de la izquierda opuso el enemigo una tenaz resistencia. Atrincherado en una loma próxima a Sidi Mesaud, impedía cualquier intento de movimiento de las banderas de la Legión. La 14ª compañía era la más comprometida y su capitán, Sebastián Vila Olaria, decidió atacarla. La loma fue tomada pero el capitán cayó gravemente herido, falleciendo poco después en Sidi Mesaud. Fue el primer laureado por Tifaruín. Durante todo el combate las fuerzas que guarnecían la posición de Tifaruín tratan por todos los medios de enlazar con las columnas de socorro, resistiendo los furiosos ataques de la harca, reaccionando contra la gran superioridad numérica del enemigo y llegando en muchas ocasiones al combate cuerpo a cuerpo sobre las propias alambradas. Las cuantiosas bajas y la pérdida de la mayoría de los mandos de la fuerza de choque, así como la insolación y agotamiento físico de las tropas, hacen disponer al general Fernández Pérez el repliegue, proponiendo al Comandante General «dejar las operaciones para el día siguiente o sucesivos en que se pueda contar con los elementos precisos que las circunstancias requerían».

La situación no podía ser más delicada y desconsoladora, tanto para las fuerzas sitiadas como para las que trataban de liberarlas. De la dureza de esta acción da fe la muerte del teniente coronel Gumersindo Pintado, 11 oficiales europeos, un oficial moro y 78 de tropa; total 91 muertos, muchos heridos y la mayoría de las fuerzas afectadas por la insolación y agotamiento. Resaltar que de la tercera compañía del 3º Tabor del Grupo de Regulares de Melilla nº 2, que mandaba el capitán Sánchez Hervás, murieron todos sus oficiales. También fueron atacadas este día las posiciones de Afrau y Tifisuín, lo que impidió que la mayoría de las guarniciones de nuestra línea de vanguardia apoyara y protegiera el avance de las columnas.

Loading

José Antonio Cano

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€