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El sector de la Hostelería espera que la desescalada empiece el día 23 y puedan reabrir sus negocios

Protesta sonora del sector de la hostelería

A las doce de la mañana se iniciaba ayer una nueva concentración en la plaza de España y posteriormente a las puertas del Palacio de la Asamblea en la que hosteleros, trabajadores y proveedores han exigido la reapertura del sector a partir del 23 de noviembre hasta las 6 de la tarde, en una fase de desescalada en la que reivindican formar parte; y también demandan el abono inmediato de las ayudas prometidas al sector tras el cierre de octubre por parte de la Ciudad Autónoma. La sonora protesta se ha conducido sin incidentes, con pitos, cacerolas, tambores y bocinas y algún que otro mensaje a voz en grito pidiendo soluciones para un sector que se declara tocado de muerte y que, sin las ayudas anunciadas, dejan patente que no podrán volver a levantar las persianas.

Demandas
Según ha dejado claro el presidente de la Asociación de Hostelería, Chakib Mohamed, la de ayer fue una movilización más de las que se iniciaron hace dos semanas después de “un periodo de reuniones con la administración en las que no sacamos nada en claro”.

A la protesta de ayer se convocó a empresarios, trabajadores y proveedores del sector para “no entorpecer” la actividad en la Ciudad Autónoma y “controlar a los asistentes”, pero saben que cuentan con el apoyo de los melillenses como ha quedado demostrado en las “multitudinarias caravanas” automovilísticas de las últimas semanas.

Chakid Mohamed se ha lamentado de que casi un mes después del cierre de la hostelería, “aún no tenemos ninguna comunicación oficial de cómo va a ser la apertura, si se va a prorrogar el cierre a partir del día 23” o si se les va a permitir reabrir. Explica que, si se va a proceder a la reapertura, pide que se les avise con el tiempo suficiente porque ponerlo todo de nuevo en marcha “no es sencillo” y también necesitan saber “de qué forma se hará y en qué tiempo porque si consideramos que no es posible reactivarlo, preferiremos seguir cerrados”.

Por ese motivo el presidente de la Asociación de Hostelería ha pedido a la Ciudad Autónoma que tanto esta entidad como la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) forme parte de la comisión de desescalada. De hecho, ha asegurado que en otras comunidades autónomas las autoridades, a la hora de diseñar sus planes, “han contado con los empresarios, cosa que no ha ocurrido en Melilla” y entiende que las decisiones no se pueden adoptar a puerta cerrada “en los despachos y mediante decreto”, sino que es preciso que se les escuche.

Ayudas
En cuanto al tema de las ayudas de las líneas 4 y 5 que incluye hostelería, sector del taxi y vendedores ambulantes, entre otros, demandan que “lleguen urgentemente, independientemente de las que están llegando para todos los sectores de las líneas 1, 2 y 3”, sino de forma especial las previstas y anunciadas por la Ciudad Autónoma para “este periodo extraordinario”.

Considera positivo que Mustafa Aberchán proponga desde CPM que se abonen las subvenciones a cuenta, es decir, sin justificación previa, pero deja patente que quien tiene que convocar los órganos pertinentes para su aprobación es el presidente de la Ciudad Autónoma.

Desescalada
Por su parte Enrique Alcoba, mostró su respaldo como presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) con esta nueva movilización porque “es una reivindicación justa, y es que entendemos que llevan casi un mes cerrados”. Se muestra optimista sobre que el Consejo de Gobierno apruebe el abono urgente de las ayudas a la hostelería “que todos esperamos” y afirma que así se lo han transmitido varios miembros del Gobierno de la Ciudad.

También confía que la desescalada se inicie el día 23 de noviembre, que se permita la reapertura de los locales de hostelería al menos hasta las seis de la tarde como en otras comunidades, o incluso hasta las 8 de la tarde como se ha acordado en Ceuta a petición de la Asociación de Comerciantes.
“Pensamos que es razonable que se empiece a abrir la hostelería en Melilla dentro de un plan de desescalada, y estamos aquí para apoyarles y ojalá esta protesta sea la última convocatoria que se haga, porque será señal de que hay una solución”, manifestó.

El presidente de CEME quiso restar hierro a la comunicación de Delegación del Gobierno que avisaba de la interposición de sanciones a la asociación de hostelería y a su junta directiva si se cortaba el tráfico rodado en la protesta de ayer ante el Palacio de la Asamblea. Alcoba agradeció a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y a la Policía Local el papel desarrollado, porque “ha sido correcto y nos han permitido acercarnos al Palacio de la Asamblea cortando el tráfico durante diez minutos, y seguidamente nos hemos replegado y se ha desconvocado la concentración”.

No considera que este aviso pudiera interpretarse como una forma de coacción por pare de la Delegación del Gobierno y dejó claro que “cada uno cumple con su obligación, y aunque no se puede cortar el tráfico, nos han permitido diez minutos y ha sido una medida lo suficientemente flexible”, dijo.

Los participantes en la protesta, que aseguraron por megafonía que continuarán con las movilizaciones hasta que se abonen las ayudas y les permitan reabrir, recorrieron con tambores, pitos y bocinas las calles de la zona centro para dejar constancia del malestar del sector, antes de proceder a la disolución de la manifestación improvisada.

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J.A.M

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