Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

El esfuerzo les dará la razón y no la violencia

Los disturbios no conducen a nada. Ni siquiera en época preelectoral y a pocas semanas de que comiencen a rodar los planes de empleo, por mucho que lo piensen los violentos que promueven el desorden público. Ya lo vimos en episodios violentos de años anteriores en los barrios periféricos, que sólo lograron hundirlos más en la marginalidad a la percepción del resto de la ciudad Los barrios periféricos sufren la violencia de unos pocos cada madrugada desde hace casi una semana. Los disturbios son habituales desde que en la madrugada del lunes un grupo de apenas 10 o 15 chavales decidieron convertirse en los dueños del lugar, supuestamente por una reivindicación laboral. Al parecer, quieren conseguir por la fuerza un puesto de trabajo. ¿De verdad piensan que alguien va a contratarlos con una actitud violenta contra el mobiliario urbano de todos los melillenses? ¿Atentando contra las fuerzas del orden, que son los agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Local? ¿Tomando sus barrios a base de meter miedo a sus vecinos, que sólo quieren que les dejen descansar y vivir en paz? Esa no es la manera de buscar trabajo, sino mostrando verdadera voluntad a base de esfuerzo, primero formándose y después con compromiso y disposición para ganarse la vida dignamente. Es cierto que algunas veces ni siquiera eso es suficiente, porque la crisis económica también impide trabajar a quienes de verdad quieren. Pero antes o después, la oportunidad llega para el que la busca y la trabaja, y la vía de conseguirlo no es tirando piedras, saboteando el alumbrado público y prendiendo fuego a contenedores y otros elementos del mobiliario urbano.
En realidad, quienes protagonizan los disturbios no buscan trabajo. Todos sabemos, especialmente quienes viven en los barrios periféricos, que el alboroto es una excusa para que un grupo de chavales que no saben lo que quieren se sientan importantes por unos días, desafiando a los poderes públicos y mostrándose superiores por tomarse la justicia por su mano al caer la noche. Hay que acabar ya con esta situación porque lo único que se va a conseguir si siguen por ese camino es un daño gratuito que podría dar lugar a alguna situación desgraciada en la que paguen quienes no tienen nada que ver. Ya ayer ocurrió con la suspensión de la línea de COA que une el centro con Cabrerizas a su paso por el Tiro Nacional, después de que uno de los autobuses fuera apedreado y sufriera el destrozo de una de sus lunas el miércoles por la noche. No hubo heridos, pero eso podía haberse dado esa situación o causar un accidente aún mayor. Ayer no hubo línea de autobús para nadie por culpa de unos pocos, a pesar de ser muy necesaria para quienes allí viven por ser un barrio alejado del resto.
Los disturbios no conducen a nada. Ni siquiera en época preelectoral y a pocas semanas de que comiencen a rodar los planes de empleo, por mucho que lo piensen los violentos que promueven el desorden público. Ya lo vimos en episodios violentos de años anteriores en los barrios periféricos, que sólo lograron hundirlos más en la marginalidad a la percepción del resto de la ciudad. Si quienes ahora lanzan piedras y manejan con soltura el mechero quieren trabajar, que cojan los libros y muestren voluntad real de ganarse la vida dignamente antes de que sea demasiado tarde. El esfuerzo sí les dará la razón y no la violencia con la que se crecen.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€