Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

El enfrentamiento con todo

“La política que se basa en el enfrentamiento y la división mina la legitimidad de todo el sistema” (Ann Applebaum, en The Washington Post). Es una advertencia perfectamente aplicable a la política melillense. La política de antes -como puedo comprobar a la hora de repasar nuestro periódico de hace 20 años para el libro histórico “Melilla, España, en peligro- y también de ahora, ya cerca del final del año 2022. El enfrentamiento con todo entre partidos, la división en etnias o religiones, deslegitima todo el sistema democrático, que se basa en el respeto a la oposición y a la libertad. Y sin libertad solo hay pobreza.
No da lo mismo el enfrentamiento que el respeto, la división que la colaboración. El caso de la lamentable ley del “solo el sí es sí”, si todo es lo mismo, el resultado inevitable -en este caso- es una rebaja generalizada de las penas, incluso para las conductas más repugnantes (el director de El Mundo, el domingo). Es una explicación sencilla sobre lo que está pasando en España con la locura del “solo el sí es sí” de la comunista Irene Montero y el necesitado (de votos y botos) Pedro Sánchez. El resultado de la aplicación de esa ley sanchista-monterista es que lo más repugnante ha de ser castigado lo mismo que lo menos repugnante por los jueces y las juezas, que, por cierto, ahora nos descubre Irene Montero que también son “machistas”, algo que hasta el momento ningún ser humano podría haber siquiera imaginado. De la intransigencia y el totalitarismo al ridículo hay solo un paso.
Norberto Bobbio, gran pensador y politólogo italiano, escribió que hay tres formas esenciales de ejercer el poder: la ideológica-espiritual, la política y la económica. Pero en su libro más conocido, “Derecha e izquierda”, publicado en español en 1998, Bobbio resaltó que la regla fundamental de la democracia es “moderar los tonos, llegar a pactos con el adversario, aceptar el compromiso cuando este no sea humillante y cuando es el único medio de obtener algún resultado” y añadió que las democracias suelen favorecer a los moderados y castigar a los extremistas.
Estamos en pleno e inevitable proceso de cambio acelerado. Esteban Hernández, en El Mundo, el 19/11, escribió, refiriéndose a la política nacional -e internacional- que, como en todo proceso de cambio, se sabe cómo se empieza pero no cómo se puede terminar, y añadió que ahora las dos opciones políticas son la tecnocracia –un sentido más o menos prudente del establishment, ligado a lo que hay que hacer en función de las reformas que impone Bruselas– y la derecha, digamos, arriesgada. “La izquierda ya no está presente como tampoco esa mentalidad progresista o socialdemócrata”. Es una opinión muy sensata, perfectamente aplicable a esta ciudad laboratorio que es Melilla, como lo demuestra la cada vez más precaria situación del PSOE en nuestra ciudad, la conveniencia de un partido local sólido y moderno, y la necesidad de una “derecha arriesgada”, en un fondo de relación política moderada, ajena a los extremismos. Más tecnocracia y mejores resultados prácticos, en suma.

Posdata
“Utiliza los intermitentes al girar, adelantar, incorporarte, cambiar de carril, salir de una glorieta” es un anuncio de la pública DGT que se ha publicado en varios periódicos españoles (en el MELILLA HOY no). Dudo mucho que haya en España una ciudad en la que se haga tan poco uso de los intermitentes del coche como en Melilla. Es hasta emocionante -por no decir indignante- adivinar, en Melilla, qué va a hacer el coche con el que te cruzas, el que gira, te adelanta, etc. Se debería publicar aquí ese anuncio de la Dirección General de Tráfico (aunque tengamos pocas carreteras, tenemos algunas y muchos coches, vehículos de libertad con los que lo políticamente correcto quiere terminar, por cierto).
Pero no es solo la utilización de los intermitentes lo que funciona mal en Melilla. La política funciona mucho peor aún. Se necesitan menos enfrentamiento, más colaboración y, como consecuencia, mejores resultados.

Loading

Enrique Bohórquez López-Dóriga

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€