Los melillenses se reafirman tras lograr, por primera vez en esta temporada, su segunda victoria consecutiva. Para ello, derrotaron al conjunto ourensano en su propia cancha, en un partido apasionante en el que hubo de todo. A priori, era un duelo en el que se medían dos equipos que pelean por acceder a los play off, por lo que el espectáculo estaba asegurado.
El Club Melilla Baloncesto sumó ayer su quinta victoria de la temporada, tras imponerse al Club Ourense Baloncesto por un resultado de 59-65.El primer cuarto se decantaba a favor del equipo melillense, sobre todo en el final del mismo, cuando Óscar Alvarado sacó a pasear su magia y comenzó a repartir juego y asistencias a dos de los destacados del encuentro, Lepichev y Marc-Edy Norelia. El COB parecía K.O. en este acto inaugural, pues un sólido rival se iba al segundo asalto sin haber cometido ninguna pérdida de balón y con una diferencia de diez puntos en el luminoso (14-24).
No obstante, los de Monclova tuvieron un mal arranque de segundo cuarto, perdiendo la gran capacidad ofensiva que había mostrado y comenzando a encajar muchos puntos en contra. Los de Félix Alonso parecían haber vuelto del banquillo con las pilas totalmente recargadas, y tanto fue así que lograron darle la vuelta al marcador, marchándose a los vestuarios con una ventaja de un punto (38-37). Esto se produjo debido a la salida de pista de jugadores importantes del decano, lo que dio lugar a que los que salieron del banquillo no parecieron poder adaptarse al ritmo e intensidad del partido, viéndose así superados por los gallegos, quienes reforzaron la zona interior y apretaron al máximo a los bases de Rafa Monclova para no dejar ningún espacio libre sobre la cancha.
Tras el descanso, el tempo del encuentro pareció aminorar, y es que la efectividad anotadora de ambos equipos se vio reducida. Alvarado decidió tomar las riendas de su equipo y hacer que jugase bajo su mando. Y ahí se encontró con Parker Van Dyke que, gracias a su velocidad y acierto anotador, causó estragos en la defensa de los locales. El conjunto de la ciudad autónoma marchaba al último periodo seis arriba (46-52).
El final del choque se acercaba y con ello la ansiedad de conseguir la victoria por parte de ambos contendientes, por lo que todo este cuarto resultó un intercambio de golpes que acabó definiéndose en los últimos segundos. En ese instante orensanos y melillenses gastaron sus faltas y, tras varias posesiones, Guille Mulero anotó el que sería el definitivo punto del partido, para hacer así vencedor al Club Melilla Baloncesto con una ventaja de +6 en el electrónico (59-65).
