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El rincón de Aranda

Dando la lata y ver menos que pepeleshes

melillahoy.cibeles.net fotos 1253 Juan Aranda web

Quién no ha escuchado alguna vez aquéllo de: “Dar la lata”. Esta expresión nace en Málaga, a principios del siglo XX, por la acción de dar, o vender, por unos céntimos, el contenido del recipiente, en el que se recogía el goteo, o “escurriuras”, de las cubas, o toneles, de vino, a quienes las pidieran. Esta mezcla explosiva provocaba tal borrachera que transformaba a los bebedores en personas muy pesadas, como suelen ser la mayoría de los borrachines.

En las bodegas y tabernas se extraía, y aún se hace, el vino de las cubas por medio de las canillas (grifos), y colgando de éstas habían unas pequeñas latas, algunas en forma de cono, donde recogían ese goteo. Su contenido era mezclado, y vendido a los dipsómanos: “¡Anda!, dame algo de la lata”. Las graves consecuencias que ocasionaba su venta, por las melopeas o borracheras, que cogían quienes se las tomaban, hizo que las autoridades las prohibieran, perdiéndose así la costumbre, de la que nació la famosa frase. También estuvo vigente hasta los años 70, la orden de cerrar estas tabernas a las 10 de la noche. En nuestra ciudad también existían; pero la más antigua, era una tabernita: “La Oficina”, situada en García Cabrelles, esquina al llano del Rastro, cuyo dueño, Sr. José, te servía con una toalla rodeándole el cuello, y como tapa, te ponía solamente una aceituna, así tal cual, y si era partida decía que era una martirizada y: “¡Ea!, vamos a comer”. El poeta sevillano Baltasar de Alcázar (1530-1606), decía de las tabernas: “Si es invención moderna/ vive Dios que no lo sé,/ pero afortunada fue/ la invención de la taberna”. Y otra coplilla que circuló a principio del siglo pasado, en la que decía: “Málaga bravía/ donde hay 100 tabernas/ y una sola librería”.

Otra frase que se suele decir a quien no quiere, o no ve lo evidente: “Ves menos que Pepeleshes”. Una vecina de la calle Castellón que era muy malagueña ella, solía decirlo sin saber el origen de la misma: “Anda hija, que ves menos que Pepeleshes en mi tierra ”; su tierra claro, era la ciudad de Málaga. Otra frase que solía decir era que llevaba en Melilla desde la “Riá”; o que le llevaba siete años a la “Riá “; yo supongo que sería una de las que hubo a principios del siglo XX en Málaga, y siendo una niña, su familia se trasladó, como muchas otras, a nuestra ciudad.

La frase sobre el “Pepeleshes”, procede de una exclamación que hizo un marino alemán en el puerto de Málaga cuando los estibadores, descargaban de un velero, una maquinaria muy delicada. El oficial que mandaba la maniobra desde la cubierta, solo decía: “¡Es ist leicht, Es ist leicht! ”, que más o menos quería decir: “Que es fácil, que es fácil”, como dándoles ánimos, pero acojonado por si la rompían. Pero aquél “leicht”, para los trabajadores del puerto, se convirtió en “leshe”, pasando a la frase famosa: “Ver menos que Pepeleshes en Málaga”. Como podrán ver hasta bautizaron al teutón con el nombre tan español de Pepe, y de apellido Leches (Leshes), porque fue en el puerto de esta ciudad, y también porque aquí se habla así, donde aquél alemán, por su “miopía”, mas bien su temor a que se “cargaran” la maquinaria, quería darles a entender a unos trabajadores, acostumbrados a la carga y descarga de buques, que era fácil la misma.

Deben saber que muchas de las frases, o dichos populares, que se hablan en Melilla, una gran mayoría, sin el ceceo clásico, por la mezcla del gran crisol peninsular, y nuestra cultura occidental europea, que también tiene su gracejo, son de nuestra ciudad hermana mayor, Málaga.

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