La Consejería de Bienestar Social reactivará de cara al verano el programa de educadores de calle y además, lo potenciará con varios equipos al objeto de poder trabajar con los menores y jóvenes extranjeros no acompañados que malviven en la intemperie fruto de su desconfianza hacia "un sistema, el de su país, que les ha dado la espalda", según señaló el consejero Daniel Ventura a este Diario. La idea es realizar una intervención lo más integral posible, incluyendo la psicológica, para lograr que estos jóvenes entren en los centros de acogida donde se les pueda tratar y formar de cara a su futura inserción social. "La mayoría de estos niños y jóvenes que viven en la calle desconfían del sistema porque proceden de un país donde quienes tenían que protegerlos, les ha maltratado. Es más, sus propios padres los echaron a la calle y la administración de su país se ha desentendido de ellos. El sistema les ha fallado y los ha abandonado a manos de cualquier desaprensivo", señalaba el consejero en declaraciones a MELILLA HOY. Es más, dijo que según un estudio de una organización del país vecino, el 50% de los niños que nacen en Marruecos sin padre reconocido "acaban en la calle".
Programa
Esa desconfianza es la que provoca, en opinión de Daniel Ventura, que prefieran "malvivir en la calle antes que ir a un centro de acogida donde temen que van a ser maltratado, una idea que a veces alientan determinadas ongs ". Estos jóvenes, los que se han criado en la calle, llegan con importantes traumas, problemas psicológicos, de adicción y comportamiento, según el consejero.
Recordó Daniel Ventura que en el Centro de Purísima se ofrece atención psicológica a los menores que tienen acogidos, de la misma forma "que reciben educación, alimentación y se cuidan sus problemas de salud". Aún así, se decidió hace algo más de un año trabajar con los menores de la calle a través del programa de educadores de calle, que se activó en dos ocasiones. Se hizo un "importante trabajo de campo, atendiendo a los menores". Pero aunque por motivos económicos el consejero consideró oportuno que Save The Children pudiera continuar con esta acción en los próximos meses, finalmente "hemos visto que tienen una filosofía distinta a lo que buscamos y nosotros, que precisamos algo más inmediato, vamos a retomar el programa".
Contrato mayor
"He hablado con los técnicos de Bienestar Social para buscar la partida económica que nos permita que en un plazo de dos o tres meses, podamos sacar un contrato mayor y poner en marcha de nuevo el programa de los educadores de calle. Queremos que tenga una mayor duración en el tiempo y que haya al menos dos equipos de profesionales que trabaje con los MENAS porque necesitamos, por todos los medios, hacer una intervención directa en la calle", aseguró Daniel Ventura.
El objetivo, recuperar su confianza para que acepten entrar en los centros de acogida donde seguir siendo tratados y, una vez en el sistema, lograr su reinserción. "Queremos poner el programa en marcha a la mayor brevedad posible e intentar mejorar un poco la calidad de vida de estos menores y que vengan a los centros, donde derivarlos a los recursos necesarios de la Ciudad para quitarles sus adicciones". La presencia de los educadores en la calle, además de tratar a los niños en su entorno, "trasmitirá una mayor imagen de seguridad para los melillenses".
Balance
El trabajo con los niños de la calle ha sido uno de los asuntos expuestos en las jornadas internacionales de menores desarrolladas esta semana en la ciudad, un encuentro que Daniel Ventura calificó de "muy interesante" por el nivel de los conferenciantes y las perspectivas que se han ofrecido sobre un fenómeno que, según dijo, no está localizado en Melilla, sino que se ha extendido a otras localidades españolas y a países como Francia, Alemania y Suecia.
"Las jornadas han sido bastante positivas porque han permitido ver, de una manera más amplia, tanto esta problemática como llegar a la conclusión de que en Melilla contamos con datos suficientes y experiencia en la atención de este colectivo de los menores como para extrapolar el trabajo que realizamos a donde sea necesario, como a otras comunidades autónomas", indicó el consejero.
"Hay que resaltar que a pesar de las dificultades que tenemos por el número de menores que atendemos, se hace un buen trabajo", añadió Daniel Ventura, que destacó que son "muy numerosos" los casos de ex tutelados que se han formado e insertado social y laboralmente en Melilla. Insistió que esto suele ocurrir "con la mayoría de los acogidos, pero lo que más suena, lo que se ve son los menores de la calle".
Todo esto demuestra "que el sistema de protección funciona" en la ciudad. En este sentido, entiende el consejero que "el modelo que estamos utilizando lo podemos exportar, como se hizo con un asunto como la interculturalidad de los melillenses, de lo que somos un ejemplo de convivencia para muchas comunidades y países" porque los resultados existen al hablar de integración de menores acogidos.
El maltrato, una leyenda urbana
El consejero indicó que en las jornadas de menores la propia Fiscalía llegó a afirmar que el maltrato en el centro Purísima "es una leyenda urbana", habida cuenta de que las denuncias interpuestas han sido sobreseidas por carecer de base. "Si hubiera algún tipo de maltrato, en qué cabeza cabe que haya una administración que quiera ocultarlo, porque somos los primeros en perseguirlo. Pero estas son falacias que no se sostienen y que utilizan algunas ongs. Se ha reiterado muchas veces que existe maltrato y son mitos establecidos en la calle. De hecho hay menores que entran en la ciudad y sin pasar por el centro dicen de entrada que no quieren ir allí porque son maltratados", explicó Daniel Ventura.
