La asociación cultural Alminara, a través de un comunicado enviado a este medio, lamenta que durante la última fiesta de Eid El Kebir Melilla “se haya convertido en una ciudad vacía y triste” debido a que finalmente no cuajaran las gestiones dirigidas a conseguir la importación de 5000 corderos marroquíes para su venta y consumo en Melilla. Según esta asociación, la administración debería habilitar dos ganaderías para que pudieran traer corderos de Marruecos y así “competir en igualdad de condiciones” con los corderos de la península”, dando así a los integrantes de la comunidad musulmana la oportunidad de elegir. La asociación Alminara asegura que todo estaba preparada para importar 5.000 borregos de Marruecos pero las ganaderías «titubearon» y no tuvieron «la voluntad firme» de llevarla a cabo.
La asociación cultural Alminara, en un comunicado enviado a este medio, lamenta que, finalmente, en Melilla no se haya podido consumir cordero proveniente de Marruecos durante la celebración de Eid El Kebir, la fiesta del sacrificio. Cabe recordar que en Melilla, en la línea de lo dispuesto por la administración, no ha entrado ningún cordero marroquí con motivo de esta fiesta, pero, según la asociación, esta realidad estuvo muy cerca de ser diferente hasta relativamente poco antes de la fiesta.
Según Alminara, empresas melillenses habían conseguido llegar a un acuerdo para importar 5000 corderos marroquíes. Durante el transcurso de las gestiones oportunas, tanto la delegación del gobierno de Melilla como la de Nador prestaron una valiosa colaboración en la preparación de la documentación y los certificados veterinarios; “tuvieron un trato exquisito y desinteresado”, motivo por el cual, desde la asociación Alminara, quieren mostrar su más sincero agradecimiento a ambas instituciones.
Pese a esta colaboración inicial, gracias a la cual se dio con un ganadero marroquí que disponía de stock suficiente de corderos, listos para ser vendidos en Melilla, las empresas que se habían comprometido con la operación “empezaron a titubear” y no tuvieron “la voluntad firme” de llevarla a cabo. Esto se debió, principalmente, a que resultaba más rentable económicamente la compraventa de corderos provenientes de la península.
Según Alminara, los ministerios de agricultura de ambos países habrían dado el visto bueno a la entrada de estos corderos en Melilla, que cumplirían con los requisitos sanitarios que impone la legislación vigente. Pese a ello, y debido a razones de rentabilidad, esta iniciativa hubo de ser abortada.
Desde la asociación se pide la habilitación de dos ganaderías para traer corderos marroquíes y venderlos en igualdad de condiciones con respecto a los traídos desde la península, a fin de evitar que vuelva a suceder lo mismo y Melilla haya de quedarse “vacía y triste” en plena fiesta.
“Los musulmanes prefieren el sabor del cordero marroquí”
Desde la asociación se defiende la libertad de los musulmanes para elegir entre el cordero marroquí y el cordero traído de la península. Alminara no discute su legitimidad, toda vez que la Comisión Islámica Española ha considerado como “aptos” los corderos venidos de la península, sino que esgrime como principal argumento la diferencia en el sabor. Según la asociación, los musulmanes prefieren el cordero marroquí por estar “acostumbrados a su sabor”
