Tras muchos años de experiencia, de madrugones, de sinsabores, de penas y alegrías, pero de mucho compañerismo, toda una generación de trabajadoras del Centro Asistencial han pasado a la jubilación. Unas por edad y otras por cuestiones médicas. Todas ellas, porque son mayoritariamente mujeres, valoran de forma positiva estos años de entrega, de los que extraer la experiencia tan hermosa de "dar mucho amor al prójimo". Ayer estas antiguas trabajadoras del Centro, fueron recibidas por el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, que les deseó todo lo mejor en esta nueva etapa. Las ya ex trabajadoras del Centro Asistencial fueron recibidas ayer por el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, en su despacho. El motivo, felicitarlas por la labor realizada durante muchos años en la entrañable Gota de Leche, y desearles todo lo mejor en esta nueva etapa de sus vidas. Las acompañó el director del Centro Asistencial, Miguel Fernández.
Los homenajeados fueron María de los Ángeles Pino, Alegría Murciano Sultán, Ángeles Sauceda García, Soraya Granda Mohamed, Habiba Bumedian Mohamed, María Dolores Ferrón, Mohamed Mohamed y Pilar Mohamed, aunque los dos últimos no pudieron acudir. A todas las asistentes, el presidente del Ejecutivo local, Juan José Imbroda les hizo entrega de un regalo y de un ramo de flores.
Vivencias
Entre las homenajeadas se encontraba Ángeles Sauceda, que durante 35 años ha sido empleada del Centro Asistencial, buena parte de ellos en lavandería. Afirma que tiene "buenos y malos recuerdos" de su paso por la Gota de Leche, pero asegura que los compañeros "son estupendos, buena gente". Aunque jubilada, afirma que seguirá activa ya que tiene nietos, hijos e incluso a sus padres a los que cuidar.
Alegría Murciano fue otra de las homenajeadas. Deja el Centro tras 28 años de servicio en la Casa Cuna, el trabajo con "lo más tierno y más bonito": los niños. Se jubila por enfermedad y afirma que la experiencia ha sido "muy bonita", tanto con compañeros, como con jefes y con el Centro Asistencial. "Ha sido una experiencia maravillosa porque he estado con niños desde que nacían hasta que cumplían los tres años". Asegura que la profesión le ha enseñado "a dar mucho amor al prójimo, ayudar en lo que podamos y el Centro Asistencial hace una labor muy buena e importante tanto con ancianos como con niños". Indicó por último que el presidente Imbroda deseó a todas estas ex trabajadoras que "nos vaya bien" en la vida.