El primer Pleno de la Asamblea de Melilla, tras las elecciones del 13 de junio, se celebró en medio de una gran polémica por la decisión final de Malika Mohamed de revocar su renuncia como diputada de la Ciudad Autónoma y aceptar finalmente su escaño en la corporación. Su decisión provocó que el presidente de la Ciudad decidiese someter a votación la conveniencia de retirar del Pleno la renuncia formal que la socialista suscribió el 9 de julio y que fuera el secretario general de la Ciudad Autónoma, Rodríguez Ventura, el que decidiese si la revocación de la renuncia inicial de Mohamed era ilegal o no. Por su parte, Rafael Villuendas, presidente de la gestora del PSOE local, consideraba que Malika Mohamed, que fue expulsada automáticamente aquel día del partido, pretendía apropiarse de un escaño "que es del PSOE".