Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Ventura anuncia una segunda convocatoria de ayudas para familias damnificadas por el terremoto

Daniel Ventura señala que los melillenses vivimos un miedo real

La Consejería de Bienestar Social abrirá una segunda línea de ayudas al alquiler para las familias damnificadas por el terremoto al margen de la que se puso en marcha en diciembre. El objeto es buscar la vía de que las cuatro familias que aún siguen acogidas puedan encontrar y hacer frente a las mensualidades de una casa de alquiler. Además el consejero Daniel Ventura señala que tras el terremoto, no se atendieron casos graves de pánico en urgencias, pero sí que los melillenses son muy sensibles a cualquier temblor desde entonces.

Daniel Ventura explicó que tras el seísmo, unas 55 familias tuvieron que abandonar sus hogares a medida que los técnicos municipales lo fueron ordenando por razones de seguridad.

Ayudas
Estas familias, dentro del programa de alojamiento alternativo, fueron realojadas en hoteles como el Nacional, la residencia de estudiantes, el hotel Melilla Puerto y el albergue de transeúntes. «Muchas de estas familias recibieron ayudas en base a los ingresos que tenían y a lo largo del año fueron abandonado los hoteles tras haber encontrado una vivienda en alquiler. Sólo quedan cuatro que seguimos alojando en el albergue un año después del temblor», dijo.
En diciembre, se abrió una línea de subvención de 150.000 euros destinada a las familias damnificadas que aún no se ha resuelto, en la que se prevén ayudas al alquiler de entre cuatro mil y seis mil euros a aquellos que ya tienen casa. «Se está pendiente de estudiar los expedientes de los solicitantes pero mi intención es abrir otra convocatoria de subvención porque pensamos que no hemos podido llegar a todos los afectados, bien porque no han tenido conocimiento de esta primera convocatoria o porque no tuvieron tiempo de presentar toda la documentación que se les solicitaba».
Cuando se abra esta nueva convocatoria se comunicará a las familias damnificadas para que puedan concurrir, en especial las que aún, por razones económicas, siguen alojadas en el albergue y de esta forma puedan contar con la ayuda necesaria para trasladarse a una vivienda de alquiler.
Bienestar Social, tras el terremoto, no sólo se encargó de facilitar alojamiento alternativo y correr con estos gastos económicos, sino que también se facilitó a todas estas familias la ayuda de comedor social. Algunas de las acogidas ya eran usuarias de este servicio. «A las que tenemos aún en el albergue se les sigue facilitando el servicio de comedor».

“Hemos vivido un miedo real”

Afirmó el consejero que tras el terremoto, lo que «hemos tenido los melillenses ha sido pánico y miedo, pero miedo real, no fóbico, no algo provocado por una causa que no existía, sino un miedo director por un suceso de características tremendas como un terremoto de 6.3 grados, que genera un miedo real». Tras el temblor, toda la ciudad se ha mantenido «en alerta; todos estábamos atentos al mínimo temblor y esto puede producir unos niveles de ansiedad más altos de lo normal, y esto se ha vivido durante meses».
Pero comenta Daniel Ventura que cuando se produjo el seísmo y todo volvió a la normalidad, «hablamos con el Ingesa y nos comentaron que en esos momentos de mayor tensión no hubo apenas atenciones psicológicas, es decir que desde el punto de vista de urgencias, no hubo casos graves, sino algún que otro ataque de pánico, pero fueron pocos». Pero eso no quita que a lo largo de todo el año «hayan quedado restos de esta ansiedad en algunas personas que ya tenían alguna tendencia a tener desajustes emocionales y que les haya marcado más el suceso». Lo que sí está claro es que «ahora estamos muy sensibles ante cualquier temblor que se produzca, sea o no natural, y esto nos pone otra vez en alerta».

Loading

Jesús Andújar

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€