La Jefatura Superior de Policía de Melilla ha registrado recientemente varias denuncias relacionadas con la modalidad de chantaje y extorsión denominada “sextorsión”, que se produce a través de un engaño por Internet por el que los ciberdelincuentes logran imágenes comprometedoras de sus víctimas y amenazan con difundirlas si no les pagan una cierta cantidad de dinero. Por este motivo, la Policía Nacional recuerda a los usuarios de ordenador y/o telefonía móvil sobre la necesidad de utilizar la prudencia y el sentido común si se comparten fotografías o vídeos con otras personas.
Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Melilla, en el modus operandi para llevar a cabo este delito consiste en una sucesión de etapas hasta culminar con un chantaje económico.
En un primer contacto el extorsionador, haciéndose pasar por una joven atractiva, entra en contacto con su potencial víctima mediante páginas de contactos y/o redes sociales en Internet. Normalmente los objetivos de estos chantajes son seleccionados entre varones de mediana edad que están buscando una relación de pareja o de otro tipo.
Tras varias conversaciones en las que la supuesta joven se muestra cordial e incluso inocente, el extorsionador consigue acceder a la agenda de contactos de la víctima. Asimismo, logra ganarse su confianza hasta persuadirle de que mantenga una o varias videoconferencias para practicar cibersexo delante de la cámara.
Exigen entre 200 y 1.000 dólares
Si el hombre víctima de este engaño, sin ser consciente de que está siendo grabado, accede a los requerimientos de la joven, ya habrá proporcionado el material videográfico suficiente para el posterior chantaje. Una vez conseguidas las imágenes comprometedoras, el extorsionador cambia totalmente de actitud y comienza a exigir cantidades entre 200 y 1.000 dólares USA a cambio de no difundir estos vídeos a familiares y amigos del extorsionado. Las empresas internacionales de envío de efectivo son las preferidas para este tipo de delitos al dejar pocos indicios sus transferencias.
Los motivos por los que una persona puede acceder a compartir imágenes con contenido erótico pueden ser varios. En ocasiones se trata de menores de edad que consienten en enviarlas a cambio de una contraprestación económica -que posteriormente nunca se produce- o bien son víctimas de otro tipo de engaño. También se dan casos en los que la víctima accede voluntariamente a ello como parte del inicio de una relación afectiva o de otro tipo.
En cualquier caso, los extorsionadores utilizan una identidad falsa y cuentan con la ventaja del anonimato que proporcionan las redes sociales en Internet. Si bien en las primeras conversaciones pueden mostrarse muy cordiales, una vez son aceptados como amigos y consiguen grabar las imágenes comprometedoras cambian totalmente de actitud y comienza el chantaje a la víctima.
Los consejos de la Policía si eres víctima de una sextorsión
En el caso de que se produzca un caso de sextorsión, la Policía Nacional aconseja a cualquier víctima de estos hechos no ceder al chantaje, guardar registro de todas las conversaciones mantenidas con el extorsionador, cortar todo contacto con él y denunciar los hechos a la Policía.
Posiblemente el último paso sea el más difícil para la víctima debido al lógico temor a la difusión de las fotografías comprometidas. A este respecto, la Policía señala que el mero hecho de publicar imágenes sin su consentimiento ya constituye un delito contra la intimidad.
