Melilla, por desgracia, siempre estará aparejada a malos recuerdos para la familia de Karla Belén porque su ex novio la mató aquí, junto a la playa de la Hípica. Pero también es una realidad que esta ciudad se ha volcado para ayudar y estar lo más cerca posible de una familia que ha quedado marcada para siempre por esta trágica pérdida Ni la víctima ni su presunto verdugo eran de Melilla, pero la tragedia que el pasado domingo truncó la vida de la jovencísima Karla Belén ha sacudido por completo a esta ciudad. Melilla se está volcando estos días para arropar en todo lo posible a los familiares de esta chica, que vino hasta aquí, desde Oviedo, sola con su hijo de menos de un año, en un acto de buena fe hacia quien la había maltratado durante su relación sentimental. Ella, como dijo a sus amigas, sólo quería que el padre pudiera ver a su hijo, y que la familia paterna que no lo conocía aún pudiera hacerlo antes de iniciar una nueva etapa en su tierra natal, Ecuador, junto a sus padres y otros familiares. Pero Abdelwahid A., lejos de corresponder a ese acto de extrema generosidad de quien era su víctima, decidió, supuestamente, adueñarse de su vida y terminar con ella de manera cruel y trágica, delante del pequeño, con el que más tarde se presentó en la Jefatura Superior de Policía para entregarse.
En Melilla nadie conocía a Karla Belén, ni probablemente tampoco al presunto asesino, pero son muchos los que estos días han sentido lo ocurrido como si le hubiera pasado a alguien cercano, como se ha podido ver en las redes sociales. Hoy, probablemente, haya muchos ciudadanos que también se acerquen a dar el ultimo adiós a la víctima en la misa que se celebrará en su recuerdo en el cementerio de La Purísima a las doce del mediodía, antes de que su cuerpo sea incinerado y los familiares que se han desplazado hasta aquí se lleven sus restos.
Además de las muestras de empatía por parte de los ciudadanos, también está siendo ejemplar la de las entidades de Melilla que no han dudado en ayudar en todo lo posible a esta familia en un momento tan doloroso como este. La Ciudad Autónoma atiende desde el primer momento al bebé de Karla Belén. Tiene apenas 11 meses, él es ajeno al horror que ha sufrido y que ya, por desgracia, arrastrará toda su vida ante la ausencia de su madre provocada para siempre por su padre. Él también es una víctima y por eso el Gobierno local y el Colegio de Abogados trabajan sin descanso para que pronto, con todas las garantías legales, pueda dejar la casa cuna en la que vive desde el domingo para iniciar cuanto antes la nueva vida que le espera junto a su tío materno. También la Ciudad Autónoma se va a hacer cargo de gastos derivados de esta situación a los que la familia no puede enfrentarse, como es la incineración o el hospedaje.
Melilla, por desgracia, siempre estará aparejada a malos recuerdos para la familia de Karla Belén porque su ex novio la mató aquí, junto a la playa de la Hípica. Pero también es una realidad que esta ciudad se ha volcado para ayudar y estar lo más cerca posible de una familia que ha quedado marcada para siempre por esta trágica pérdida. De nuevo, una muestra más de la solidaridad y hospitalidad melillense, siempre presente en los buenos y malos momentos.
