Lilian Tintori fue y sigue siendo a diario una corredora de fondo. Es un ejemplo vivo de mujer que lucha no solo para liberar a su marido, Leopoldo López, de la cárcel, sino de quitar las rejas que a Venezuela le ha instalado el chavismo.El padre en una carta enviada a su hijo privado de libertad decía: “Aquí, lejos de ti y de todo lo que somos me llega con fuerza tu mensaje. Es claro, es nítido, porque atraviesa barrotes y cubre la distancia con la contundencia de tu palabra”
.Hay muchas clases de opresiones y persecuciones políticas, unas te colocan la etiqueta y te asfixian tanto que, al final, no queda otra que hacer las maletas; las hay que te quitan trabajo o no te lo dan, y te quedas, pero con una vida en soledad y cuesta arriba. Y finalmente, las hay que te llevan a prisión mientras ponen una mordaza en los labios cuando no consiguen cortar las alas del pensamiento. De ese que nunca tuvo Maduro y que está conduciendo a su país por una carretera llena de los baches del hambre hasta el abismo de la muerte. Leopoldo López que acaba de cumplir tres años en la cárcel es el símbolo de los presos políticos que colapsan las cárceles venezolanas. Fue condenado en un juicio político, como fue denunciado por Naciones Unidas, por supuesta inducción a la violencia durante una manifestación antichavista. Por eso desde este mundo libre debemos alzar la voz para que pare la tortura en aquella nación hermana, se respeten los derechos humanos como garantía para todos y cada uno de los ciudadanos que allí habitan y se libere a Leopoldo y a todos los demás. En el acto que el pasado viernes se llevo a cabo en Madrid y donde participaron los ex presidentes González y Aznar se pidió por la liberación de los presos políticos de Maduro. Solicitaron a la Organización de Estados Americanos (OEA) que active la Carta democrática frente a Caracas lo que acarrearía la suspensión de ese país del organismo supranacional. A la comunidad internacional solo le resta la presión diplomática ante un régimen dictatorial para forzar una salida a la profunda crisis, social, económica y política, que sufren sus habitantes. El sátrapa de Nicolás Maduro sigue echando las llaves de las celdas a tantos y faltando al respeto no solo a Mariano Rajoy sino a España con su verborrea chula y bananera. Después de seis veces que han sido las que el Gobierno español ha llamado al Embajador en Madrid, a nuestro Ejecutivo solo le queda llamar a consultas al suyo en Caracas. La dignidad de una nación como la nuestra no puede ser manchada por quien sí que las tiene a costa de su pueblo. La unidad de los principales partidos políticos españoles, a excepción de Podemos, frente a la condena a catorce años de prisión a Leopoldo López, debe ahora trasladarse al Congreso de los Diputados.En twitter escribía Leopoldo: “Hoy la lucha sigue! Juventud venezolana: el que se cansa pierde. Sé que ustedes no se cansarán, yo tampoco lo haré. Fuerza y Fe!!!”
