El presidente podría, si quisiera, pedir la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera y unir fuerzas a otras comunidades que ya han dado ese paso para presionar al Gobierno de Sánchez. No lo hará, actuando al margen, nuevamente, de su partido a nivel nacional, que es uno de los más críticos con esta situación. En cambio, su líder en Melilla pide prudencia y tiempo de espera a ver qué hace el Gobierno. ¿Será Eduardo De Castro del PSOE y los melillenses no nos hemos enterado? Sus votantes, aunque sean pocos, tienen cada vez más motivos para sentirse engañados Uno de los eslóganes con los que Eduardo De Castro se estrenó como presidente fue aquel de que su Gobierno iba a tener más músculo y menos grasa que el anterior. De momento, aquello se quedó como uno de los buenos propósitos que muchos se hacen al empezar el año o el curso escolar, en este caso la legislatura, porque la reducción de miembros prometida no ha sido más que un mero intento, a juzgar por la cantidad de nombramientos que se han ido sucediendo desde entonces y que continúan en cada BOME que se publica.
El músculo, por lo que se ve, también es escaso en el aspecto reivindicativo cuando se trata de defender los intereses de los melillenses, que es por lo que deberían velar quienes ocupan los puestos de responsabilidad en la Ciudad Autónoma y la Asamblea. Lo estamos viendo estos días con la financiación autonómica, un sistema en el que el Gobierno central debe 7.000 millones de euros a las Comunidades y Ciudades Autónomas, y que no paga en una especie de chantaje para que Pedro Sánchez sea investido presidente del Gobierno a toda costa.
A Melilla le corresponden 4 millones de esos 7.000, una cuantía muy pequeña en comparación con otras comunidades, pero que es muy importante para la Ciudad Autónoma porque sirven para pagar servicios esenciales que reciben los melillenses. De momento, Eduardo De Castro ha pasado de puntillas por este asunto, respondiendo con evasivas cuando los periodistas le han preguntado sobre qué postura piensa adoptar el Gobierno de Melilla. Resignación y llamada a la prudencia fue lo que obtuvieron del presidente de la Ciudad Autónoma, que continúa en la misma tesitura de ponerse de perfil en todo asunto de importancia para no posicionarse.
Sería interesante conocer la opinión de Coalición por Melilla en este asunto, ya que como partido localista siempre ha reclamado lo que corresponde a la ciudad por parte del Estado e incluso esa reivindicación ha ido siempre a más. En cambio, sus socios de Gobierno no mueven un dedo, aun cuando uno de ellos, el PSOE, tiene en su mano cambiar las cosas por ser el responsable de no abrir la cartera del Gobierno para pagar a las autonomías. De Ciudadanos poco se puede esperar, a pesar de que el presidente podría, si quisiera, pedir la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera y unir fuerzas a otras comunidades que ya han dado ese paso para presionar al Gobierno de Sánchez. No lo hará, actuando al margen, nuevamente, de su partido a nivel nacional, que es uno de los más críticos con esta situación. En cambio, su líder en Melilla pide prudencia y tiempo de espera a ver qué hace el Gobierno. ¿Será Eduardo De Castro del PSOE y los melillenses no nos hemos enterado? Sus votantes, aunque sean pocos, tienen cada vez más motivos para sentirse engañados.