El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, manifiesta que la entrada indiscriminada de menores extranjeros no acompañados, muchos de ellos con el único fin de llegar sea como sea a la península, y la imposibilidad de que se pueda llevar a cabo una reintegración familiar o devolución a su país, pone de manifiesto que "o la legislación en materia de inmigración tanto nacional como europea recoge las peculiaridades de Ceuta y Melilla, o seremos el coladero de la inmigración irregular hacia Europa". Confía que los contactos que el ministro Margallo ha anunciado que mantendrá con Marruecos puedan lograr desbloquear la actual situación de los MENAS en la ciudad. Daniel Ventura se reconoce como "una persona optimista", de ahí que afirmara ayer a ese Diario que tiene "esperanzas" en que el compromiso que asumió el ministro Margallo en su visita a la ciudad, traiga la ansiada respuesta a la presencia de MENAS en la ciudad. Afirma que el titular de Asuntos Exteriores y Cooperación fue consciente de que "es un tema preocupante" que tiene una doble vertiente, por un lado, el que se refiere "a la calidad y seguridad de los vecinos de Melilla, seguridad que se ve afectada como consecuencia de la actitud de algunos de estos menores de la calle, y por otro lado, la protección y seguridad de los propios menores extranjeros a los que estamos obligados, tanto por ley como moralmente, a dar el mejor cuidado posible, pero no podemos porque hay un número mayor del que podemos atender", dijo.
Este fue el mensaje que se trasladó al ministro García-Margallo que mostró su predisposición a incluir este asunto en las futuras conversaciones bilaterales que mantenga nuestro país con Marruecos, al objeto "de ver las fórmulas a emplear para empezar a repatriar a los menores a su país de origen, con sus familias". Lo que debe quedar claro, indicó el consejero de Bienestar Social, es que en Melilla "no podemos atender a todos los menores que crucen la frontera, y eso lo entiende cualquier persona, y por eso hay que poner límites".
El consejero desconoce si detrás de la imposibilidad de reintegrar a los MENAS a su país se encuentra el que Marruecos no reconoce la españolidad de Ceuta y Melilla. Sí recuerda que en su trabajo como psicólogo en ocasiones el país vecino ha suspendido la organización de cursos conjuntos "porque no reconocía nuestra españolidad, pero no sé hasta qué punto Marruecos no admite a sus menores por esta o por otras razones". Señala que "estas son cuestiones de Estado que se escapan de nuestras competencias". Sea cual sea la razón esgrimida por el reino alauita, lo cierto es que "la situación actual en Melilla es preocupante, en mi caso como consejero además porque no tengo las herramientas para poder dar respuesta a este problema".
Purísima
Entre tanto, el Centro Purísima continúa por encima de su ocupación máxima. En cuatro meses se ha pasado de menos de 200 residentes a los 350 de la semana pasada. La cifra se ha reducido a 329, pero el centro ha tenido que adaptarse a las necesidades y habilitar espacios de comedor y dormitorio para atender a tal volumen de acogidos. La última incorporación de menores se produjo este fin de semana tras la redada realizada en la zona de la escollera del puerto donde se localizaron a 24 menores. Lo importante es que actualmente cuando la Policía lleva al centro a cualquier menor o joven que encuentra en la calle, el actual sistema de coordinación permite que en 24 horas se haga la reseña policial y la prueba oseométrica para determinar la edad. Esto ha hecho posible que en dos meses se haya confirmado que 50 de los que permanentemente entraban y salían del centro haciéndose pasar por menores, eran mayores de edad.
Dijo que aunque la mayoría de los MENAS acogidos lo que buscan es formarse y lograr la documentación para quedarse en España, existe ese otro grupo que supera los 70 jóvenes extranjeros, que prefiere vivir fuera de Purísima escondido en las escolleras, con el objetivo de intentar llegar a los buques que parten hacia la península y viajar como polizones "aún a riesgo de sus vidas".
Olvidados en la Legislación
Según Ventura "Melilla no puede acoger cada día a más jóvenes extranjeros, porque nuestra capacidad es finita". Señaló que por las características de la ciudad, Melilla debería contar en el programa de protección con 280 menores acogidos, tanto extranjeros como melillenses, repartidos entre Purísima, Gota de Leche y Divina Infantita, pero "ahora sólo en Purísima tenemos ya más de 330, por lo que estamos muy por encima de nuestra capacidad". Afirmó que el problema de todo ello, es que la legislación española y la comunitaria, no contemplan las situaciones que padecen las ciudades fronterizas de Ceuta y Melilla, que se ven imposibilitadas a la hora de frenar una presión migratoria cada vez mayor. En el caso de los adultos, "no pueden ser repatriados desde aquí ni trasladados a la península con la rapidez que se precisa y en el caso de los menores, el que no se les pueda devolver a su país ni trasladarlos fuera, genera un problema local imposible de resolver", manifestó.
"Me gustaría que la legislación tuviera en cuenta las condiciones de Ceuta y Melilla o si no, esto será el coladero de África hacia Europa de la inmigración irregular", dijo. Señala el consejero que los melillenses "tenemos nuestro corazón y nos duele ver a los inmigrantes sufrir, a esas familias llegar destrozadas, pero no podemos atender de cualquier manera a los MENAS que entran sin parar, ni a todos los extranjeros irregulares, sino que esto se tiene que regularizar, y el problema lo tiene Europa que debe elaborar leyes adaptadas a la situación actual".
