Los hechos que contemplamos como orden democrático, hacen que tengamos que contemplar democráticamente nosotros, lo más. El derecho a no contemplar lo que es naturalmente esencial, el hacernos respetar; lo que en un mundo como el actual, donde se choca constantemente con la moralidad y el inalienable, hoy, territorio nacional, es un inaudito y cercano acto que nos aboca a nuestro propio destierro. Empujados por otras tribus. Es el respeto a nuestro pueblo, el que los demagogos y apátridas de conciencia, sean de los "nuestros" o de los demás, éstos no lo respetan. Y para colmo de males, se cubren con el liberalismo y los derechos humanos (aquí no les entra el aborto) en el recibir a todo aquél que se cuela en nuestro País, sin orden ni concierto y encima de manera violenta, y siempre con la intención de conseguir hacer su voluntad, como sea, sin respeto al ciudadano o nación a la que intenta entrar. Los pobres “tan depauperados” que, gatean por la empinada alambrada, con energía y fuerza de tales, físicamente nos triplican a nosotros en nuestra media en peso, estatura y músculosidad. Otra cosa es lo que traigan sin eclosionar, por falta de cartilla internacional sanitaria.
Vamos a ver, usted se cree que los naturales lampedusianos italianos no están sufriendo por opresión ajena, el menoscabo al derecho de sus libertades y espacios. Otra cosa es que, a río revuelto ganancia de "pescadores".
Vea usted los alrededores del CETI
Hace años de post guerra, unos pocos amorales "tenderos" echaban arena húmeda a las lentejas, a los garbanzos para inflar el peso, no por eso se iba a multar a los demás. Lógico. Pues para colmo, aquí, ni eso, pues es estructura de ONGs, el que todo el mundo es bueno. Y no es esa la cuestión a entender, pues alrededor de este desconcierto interesado, están perjudicando una vez más, a lo que pueda quedar de aquel estado de bienestar nacional, el que hoy está por los suelos como consecuencia de un ¡papeles para todos!, y de una falta de previsión de los mismos, en materia económica y de honestidad supervisora. (Madoff y falso bum del ladrillo)
Y seguimos sin explicarnos el por qué, si nos defendemos de "invasión" constante, cómo se puede consentir el montaje interno de cesión de derechos del ciudadano español impresos en la Constitución, en este caso el melillense, sólo porque unos "apátridas" al servicio de ONG y cubiertos por el manto de la ONU o de Iglesia, puedan estar continuamente favoreciendo con sus actitudes de ayuda y crítica, la actividad mafiosa o voluntaria de otros apátridas más ajenos, que por estructura económica florecen con este negocio de "negreros".
¿O es que la Constitución es solo obligado cumplimiento de los españoles de a pie? ¿Será esto una nueva internacional?… De hecho, puede ser en parte, un baile al compás y amparo del ojo que todo lo ve, pues es extraño que no asalten Gibraltar, a la que tienen más cerca, cuando la mayoría de los invasores tienen la misma lengua inglesa, vengan de donde vengan. Y me es igual si la logia es francófona, sería igual se entendible. Y volvemos a lo de siempre, qué no es que la UE pague por esto o aquello ¡no!, sino que el cierre fronterizo tiene que ser más ejecutivo y sin tantas fuerzas de seguridad, pues esto supone un gasto adicional al esfuerzo de nuestro sistema de orden público, esfuerzos que hacen falta para otras cuestiones más importantes e internas, lo que evitaría el encrespamiento fácilmente a flor de piel, por falta de mayores apoyos al orden, en otro orden de cosas. Cuestión que las televisiones se encargan de difundir airosamente por el morbo en la cuota de mercado. Pues es lo que prima hoy en día más, a costa del carisma de la Nación española.
Lo que no se entiende, es tanta contemplación con apátridas en ONG que se dedican menos a lo nacional y si preferencialmente a lo internacional, como es la "invasión" calculada, con la que posiblemente se tenga contactos "nocturnos" y diarios, en nuestro interior. Pues no se explica tanta insistencia y localización, coyuntural o no y sí crítica con la defensa fronteriza. Aquí hay algo más… No estaría de más que la administración y su tentáculo correspondiente les pudiera supervisar, al igual que hace en un puesto de pipas con su autonomía impositiva, pues en el fondo ejercen aquéllos de autónomo o trabajador por cuenta ajena e incluso con posible actividad nada transparente laboralmente, tal como se piden a los demás, estando (por ejemplo) en el paro, y que no se les ocurra hacer el Top manta(al que yo le llamaría Stock Manta) o ejercicio a comisión declarada. El españolito cae en cuerpo y alma. Los demás no, vociferan, insultan, chillan sin razón o pegan, pero ojo a ellos ni tocarles un pelo, que viene el zoom traidor y ¡zas! sales por tele decisión… ¿De quién? ése es el problema en la raíz.
